Entré de nuevo y ayudé a mi padre a bajar las cosas de la camioneta. Luego de eso entré a mi habitación y vi que allí estaban las cajas de mis cosas. La habitación era grande y espaciosa, tenía una pequeña terraza que daba al jardín trasero, perfectamente podría saltar desde mi terraza a la piscina. Eso lo intentaría después.
Abrí una puerta que allí estaba y era un baño solo para mí, ¡genial! Ya no discutiría con Alice sobre eso. Me recosté en la cama y abracé una almohada que allí se encontraba.
- Hola -dijo mi padre en la entrada del cuarto.
- Hola -respondí. Él entró y se sentó sobre mi cama.
- Siento tanto que hayas tenido que pasar por eso.
- No importa ya -dije.
- ¿Por qué lo hiciste? -preguntó. Yo miré mi celular, aún tenía la imagen de Zayn de fondo.
- Por amor, supongo -dije.
- Hija, conociste a ese chico hace un mes... diste todo... todo... por él. Casi... mueres...
- No solo lo hice por él, lo hice por todos. No podía dejar que los lastimaran, no permitiría que tocaran a mi familia - me senté, crucé las piernas frente a mí.
- ¿Por qué sufrir algo tan... grave?
- Papá... no quiero hablar sobre esto... nunca. Ya pasó... no quiero volver a hablar sobre ese barco, no quiero volver a hablar sobre Dean, no quiero volver a... hablar, de esto.
- Es tu decisión hija, pero... prométeme... que no me ocultarás nada más -pidió.
- Lo prometo -dije rápidamente, él entrecerró los ojos.
- No lo prometas por que te lo pido, promételo porque en verdad lo harás.
- Te he dicho que lo prometo -le dije y lo abracé. Él me estrechó en sus brazos y acarició mi cabello. Luego de un gran suspiro, él se levantó y se puso en la puerta.
- ¿Quieres dormir un poco? -preguntó.
- En realidad no -dije con media sonrisa-, simplemente quiero desempacar, escuchar a Simple Plan a todo volumen sin que me regañes, y comer muchísimos Hot-Cakes. Muero de hambre -le informé.
- Cierto, acerca de eso... el doctor nos dijo que... tendrías cierta dieta, pues debido a esa semana y tanto sangrado... pues...
- Oh, pues dame lo que dijo el doctor y listo -dije con media sonrisa.
- Bueno, ahora voy a la cocina -dijo y bajó sonriente.
- Oye papá... -se detuvo- ¿dónde terminó Dominó?
- Está en el jardín -respondió y yo sonreí emocionada.No sabía cómo me sentía en estos momentos. ¿Triste? No, todo había acabado de una vez por todas. ¿Débil? No, ya había descansado lo suficiente. ¿Mujer? Mmm... ¿eso cómo se siente? La verdad es que no sentía absolutamente nada, esta semana había acabado con mi corazón. Cada sentimiento había sido destrozado de una forma salvaje y atroz. Se podría decir que en estos momentos estaba seca.
Mi padre me trajo el minicomponente que me había comprado y con una especie de conexión especial, lo conectó al enchufe de la luz que había en mi cuarto. Lo encendí y puse mi disco de Simple Plan, repetí como diez veces la canción de Welcome to My Life, pero no me importó, también conecté mi celular y puse la canción de Summer Paradise... me recordaba mucho a Zayn. Me gustaría comprar el disco nuevo.
Bajé las escaleras trotando y entré a la cocina con una gran sonrisa. Mi hermana estaba sentada en el comedor admirando la gran cocina que teníamos.
- Hola -le dije sonriendo.
- ¡_______! -dijo y corrió a mis brazos, lloró en mi hombro y luego me besó la frente- Lo siento tanto, ¿por qué no me dijiste nada? -la miré sin ninguna expresión.
- Porque no deberías saberlo... no era el momento -dije.
- ¿Cuándo me dirías, cuando estuvieras muerta? -preguntó, suspiré y caminé un paso hacia atrás.
- Alice, deja de... molestarme... no necesito un juez, no necesito... a mi verdugo... necesito... a mi hermana -mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.
- Lo siento -dijo ella y se lanzó a mis brazos- Prometo no sacar este tema, jamás.
- Gracias -dije- Ahora prepárate unos hot-cakes... tengo hambre -dije empujándola.
- No hay comida en ningún lado -dijo abriendo la nevera, estaba vacía- yo también tengo hambre.
- ¿Qué comeré? Me merezco algo bueno -dije abrazándola.
- ¿Quieren ir a comer algo? -preguntó mi padre amablemente.
- Claro -dijimos ambas. Ella tomó mi mano y caminamos a la puerta, James ya estaba afuera. Atravesamos el jardín y puse la mano en la puerta de la camioneta.
- Caminaremos -dijo mi padre. Miré a mi hermana y ella desvió la mirada.