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𝑱𝑬𝑺 𝑷𝑶𝑽.

Muchas personas dicen que mudarse es un nuevo comienzo. Algunos otros dicen que da mucho miedo. Pero en mi caso estoy escapando de mis problemas.

Cuando mi padre murió, mi madre se quedó con una suma incontable de dinero. Pero eso no llenaba el vacío que sentía en su alma. Había perdido a su alma gemela.

Ella cambio mucho conmigo. Pasamos de ser "madre e hija, juntas hasta el final " a ser "madre queriendo moldear a su hija con la imagen perfecta que ella nunca pudo ser".

Odio que mi vida este cambiando tanto en tan poco tiempo. Estamos en el avión las dos juntas. Levanté la mano para pedir comida a las azafatas, tengo hambre y no pude dormir en todas estas horas.

-¿Qué estás haciendo?- dice mi madre haciendo que baje la mano

-Pidiendo comida mamá. Sigo con hambre.- digo con mucho respeto y con una voz angelical. Si hacia lo contrario mamá era capaz de golpearme ahí al frente de todos.

-Sigues con hambre...- dice soltando un suspiro en la última palabra - ¡Ya fue demaciado, Jess!- dice con un tono más fuerte.

-Bien...- digo agachando la cabeza. Odio que me deje sin comer. Hay veces que me deja sin desayuno. Otras veces me deja sin cena. También me ha dejado sin las dos. Siempre lo hace. No entiendo porque. Ella dice que es para verme más bonita, que si como tanto me voy a poner gorda y fea y nadie me va a querer. Esto empezó hace unos meses, unos cuatro meses para ser exactos.

No comí más nada durante lo que quedaba de viaje. Me quedé dormida para pasar el hambre que tenia y no pensar el ello.

Desperté al sentir que me sacudían.

-Hija-dice sacudiendo me- ya llegamos a Denver

Abro los ojos con cansancio. Es normal estar cansada si no almorcé. Me levanté y salimos del avión con nuestras mochilas y tomamos un taxi.

Llegamos al pueblo. Era bonito. Cómo está en primavera se ven flores y los árboles estaban verdes. Se ve alegre y divertido. Muchos niños corriendo, andando en bicicleta y jugando entre ellos. También habían adolescentes riéndose. Extrañaré mucho a mis amigas, tal vez aquí haré nuevas amigas.

Bajamos en una casa para nada parecida a la de nosotros en Londres. La de allá tenía dos pisos y era un poco más grande. Está es alargada de un solo piso con un jardin no tan grande.

Entramos en ella y era... Bueno, una casa. Pero tenía un pequeño salón principal, atravesé una puerta y me encontré con la cocina y el comedor. Habían dos habitaciones y un sótano.

Entre a la habitación más pequeña. Supuse que esa iba a ser la mía. Me acosté en la cama que ya estába ahí y me volví a quedar dormida.

He estado muy cansada desde que papá murio. Y ahora que estamos tratando de dejar todo atrás y olvidar, estoy mucho más cansada.

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Desperté a la mañana siguiente . Era temprano, calculo que eran como las cuatro o cinco de la mañana.

Me levanté de mi cama muerta de hambre. Fui directo a la cocina para buscar un poco de pan y prepararme un té.

Terminé de comer un pequeño pan y me preparé una gran taza de té. Soy muy adicta a esa bebida. Salí al patio con la taza en mi mano. Hacía un poco de frío pero el sol empezaba a asomarse.

Es difícil acostumbrarse al cambio de clima y de horario.

El bosque que estaba frente a mi casa, empezaba a iluminarse con algunos rayos de sol. Se ve muy bonito y alegre , sin embargo yo no lo veía así. Mis ojos empezaron a ver las cosas de color gris cuando papá se fue y no volvió más.

𝑌𝐸𝑆 𝑇𝑂 𝐻𝐸𝐴𝑉𝐸𝑁 ᵗʰᵉ ᵇˡᵃᶜᵏ ᵖʰᵒⁿᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora