Isekai:Sistema de programación.

Realidad. Cap 1.

Una vez una sabia mujer me dijo que siempre debería ser amable con los demás.

Que sonriera con suavidad y hablara delicadamente sin molestar a los demás.

Que las palabras eran la peor manera de lastimar a los demás y que eran un arma de doble filo.

Al tratar de sonreír todos te aprobarían y serían tu amigos. Me decía.

Pero one-san.

¿Sabías que tu pequeña hermana es acosada todos los días por los demás de su clase?.

¿Qué su pupitre es rayado cada vez más de palabras insultantes hacia ti y hacia mí?.

¿Qué soy obligada a hacer la tarea de los demás?.

¿Por qué no te has preguntado por que siempre llego con la cabeza abajo y mis brazos y piernas estaban llenas de moretones?.

No te culpo querida hermana.

Nunca lo haría.

Ni cuando empezaste a trabajar siendo muy joven para sustentarnos por que nuestros padres dejaron una gran suma de dinero como deuda tras morir repentinamente sin dejarnos nada.

Ni cuando extrañamente desaparecías por semanas para aparecer llenas de moretones incluso mas oscuros que los míos.

Nunca te culpé.

Incluso cuando me dejaste sola con la deuda.

Incluso cuando tu cuerpo fue incinerado y tus cenizas fueron a parar a una urna y luego enterradas junto con nuestros padres.

No tuve ese sentimiento.

Pero si culpé a mis padres que no fueron lo suficientes responsables.

Culpé a las personas que obligaron a mi hermana a tomar esa deuda.

Al mundo en que nací.

Y a mí por no poder hacer nada.

Tras tu muerte a mis tan solo 12 años ellos vinieron muy campantes a cobrar la deuda.

Ellos pensaban llevarme y obligarme ha hacer lo mismo que hacias.

Pero contrario a sus expectativas había una forma de cobrar la deuda.

Una forma ilegal pero rápida.

Tan rápida como mover mis manos sobre un teclado.

Fue una vez cuando usé forma.

La recuerdo como si fuera ayer.

Mi hermana había regresado recientemente y quería darle una sorpresa.

¿Pero qué podía darle?.

Pensé que si tuviera dinero podría comprarle algo a mi hermana.

Y de casualidad encontré un libro entre las pertenencias de nuestros padres.

Trataba de computación, programación y otras cosas más sobre tecnología.

Sin más me leí ese libro de casi quinientas páginas y la sensación que sentí al terminarlo fue como si un mundo nuevo se abriera.

Por lo que decidí probarlo.

La suerte estaba de mi lado y una de la pocas pertenencias de mis padres era una computadora vieja pero bastaba para hacer lo que quería.

Pero no había una conexión inalambrica y mucho menos Wifi en la casa.

Aunque sabía que el vecino tenía ese tipo de privilegio ya que se conectaba todos los días.