Cicatrices del alma -HIATUS-

Capítulo 36: Entrada denegada

Notas del autor: Muy bien, pandilla. Rotten Writer aquí, una vez más, y he estado tratando de morir durante las últimas dos semanas, así que me disculparé ahora si algo está mal con este capítulo. Estoy bastante seguro de haber captado al menos la mayoría de los problemas de ortografía o gramática, pero en serio, he estado enfermo como un perro y no puedo seguir postergando esto por más tiempo. Personalmente, creo que algunas partes del capítulo tal vez se sientan un poco forzadas, pero eso podría deberse a que no estoy del todo aquí. Esperemos que todo esté bien. Habrá otra pequeña nota al final de este capítulo, solo para aclarar un pequeño aspecto del mismo.

Parte del problema que tengo es que sigo tratando de escribir capítulos un poco más pequeños, pero luego termino diciendo que el próximo capítulo incluirá esto o aquello y termino escribiendo más largos solo para que quepa todo. Estoy trabajando en ese pequeño hábito, lo juro. Así que no voy a prometer que el próximo capítulo llegará a algo específico, solo diré que trataré de publicarlo tan pronto como pueda.

Descargo de responsabilidad: todavía no tengo nada. yo triste

Pasando al capítulo 35 de Soul Scars. Disfruta de la pandilla.

Cicatrices del alma, tercera parte

El problema de la hierba verde

Por,

Rtnwriter

El día antes de Halloween, Harry se levantó y se movió incluso antes de lo habitual. No supo qué lo despertó, pero una vez que sus ojos se abrieron, ni siquiera pudo considerar volver a dormir. Pensó en despertar a Neville, pero decidió dejar que su amigo durmiera.

Después de vestirse en silencio en la oscuridad, Harry agarró su bolso y bajó las escaleras a la Sala Común. Una vez sentado en su lugar favorito, contempló distraídamente qué hacer con el tiempo libre que de repente encontró en sus manos mientras esperaba que los demás despertaran. Intentó hojear sus libros en busca de más hechizos en los que trabajar. Intentó trabajar en su Oclumancia. Incluso consideró revisar su idea de unas semanas antes, pero se encogió y empujó a la fuerza ese plan de su mente.

Su estúpido experimento con la llama de una vela no había salido bien, y las chicas habían sido bastante vocales al expresar su descontento con él por eso. Madam Pomfrey se había divertido aún menos cuando apareció en el ala del hospital antes del desayuno a la mañana siguiente con la necesidad de un ungüento para quemaduras. Sin embargo, todavía no sentía que todos los gritos hubieran sido necesarios. En serio, un incendio lo dejó sin quemaduras, por lo que no era descabellado pensar que la llama de una vela no sería diferente. Sin embargo, por alguna razón, era diferente, y se había quemado bastante bien dos de los dedos de su mano derecha antes de abandonar su experimento.

Miró su reloj y frunció el ceño. Diez minutos. Solo habían pasado diez minutos desde que se sentó y pasaría al menos otra hora antes de que bajara alguien más. ¿Por qué se sentía tan inquieto?

Suspirando, algo irritado, rebuscó en su bolso hasta que encontró y sacó un viejo trozo de pergamino hecho jirones. Lo desdobló, lo aplanó sobre la mesa y presionó la punta de su dedo contra él.

"Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas", murmuró, y luego observó cómo se revelaba el mapa. En las semanas desde que recibió el mapa, Harry se había propuesto estudiarlo cada vez que podía. Realmente no estaba seguro de por qué, pero algo sobre ver los muchos puntos moviéndose en el dibujo detallado del castillo simplemente lo fascinaba. Era una obra maestra del trabajo de encantamientos y encantamientos, y sentía una oleada de orgullo cada vez que pensaba que la suya había ayudado a hacerlo.