Cicatrices del alma -HIATUS-

Capítulo 12: Abrumado

Nota del autor: Rotten Writer aquí de nuevo, un poco tarde esta vez, pero ha sido una semana difícil, para ser justos. De hecho, el otro día tenía algo mal en el ojo que hacía que cualquier luz fuera insoportablemente dolorosa. Bolas chupadas, déjame decirte.

De todos modos. Este capítulo fue difícil, extremadamente difícil para mí de escribir. Por un lado, algunos críticos han comentado, creo que con razón, que Harry se desmorona un poco demasiado. No estoy tratando de vencer a un caballo muerto aquí, lo juro. Pero hay un plan y él está y ESTARÁ mejorando. Tampoco soy, de nuevo, un experto en ningún campo psicológico. Gran parte de la descripción de lo que siente Harry la tomé de mí mismo, para ser honesto.

Soy una de esas raras personas que no le teme a nada, de verdad. Sin alturas, profundidades, oscuridad, espacios cerrados, nada realmente me molesta. Pero no me gustan las multitudes. No me gusta estar cercado o atrapado por otras personas. Al igual que Harry, me gusta mi espacio personal. Y cuando me encajonan así, me pongo inquieto, ansioso, irritable y malhumorado, y le grito a la gente y digo cosas que no quiero decir. En ese estado, si me agarran de repente o si no puedo alejarme de la multitud, me vuelvo violento y fuera de control, algo que trato de evitar en grado extremo porque no me gusta no tener el control de mí mismo.

Así que espero que este capítulo tenga mucha aprobación. Tendremos una mejor idea de los castigos con los que Harry tiene que lidiar en el próximo capítulo y, para ser honesto, creo que en realidad terminaremos con el primer año en los próximos tres capítulos. A continuación, para tratar algunas cosas de última hora, la piedra en el capítulo siguiente, luego el resumen. Creo que eso es factible, ya veremos.

Disculpas por el ligero retraso, todavía es martes, así que cumplí con mi horario, solo que mucho más tarde de lo que prefiero.

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Harry Potter. No me demandes. No obtendrás mucho.

Cicatrices del alma

Por,

Rtnwriter

Harry había estado confiado, firme, cuando les dijo que iba a jugar en el próximo partido de Quidditch contra Hufflepuff. Sin embargo, a medida que se acercaba el día, se encontró cada vez más nervioso por todo el asunto.

La noche después de hablar con Daphne, se sinceró y les explicó a Hermione y Susan que había asumido su condición de Jefe de Casa. Se lo habían tomado bien, entendiendo que a él no le gustaba otra cosa que lo diferenciaría de sus compañeros, y acordaron que probablemente era mejor que no lo anunciara. Ya recibió mucha atención, y algunas personas podrían sentirse tentadas a tratar de usar su nuevo estatus para su beneficio, de alguna manera.

Cuando se despertó el sábado siguiente por la mañana, estaba de mal humor. La noche anterior había sido su primera reunión asignada con el Mind Healer Gant, cuyo primer nombre Harry se dio cuenta de que aún no conocía. No había sido una sesión fácil. Gant había hecho preguntas inquisitivas sobre su tiempo con sus familiares antes de comenzar la escuela que Harry realmente no quería responder, a pesar de saber que era un mal necesario en el proceso de sacarlo de la casa de los Dursley.

Al final, había discutido mucho de lo que pasó. No todos, de ninguna manera, pero muchos. Más que suficiente, dijo Gant, para el informe que necesitaba preparar para el DMLE. Luego sacó una cámara mágica y explicó que necesitaba fotografiar las cicatrices para agregarlas al informe como prueba del trato que había sufrido. Eso casi había empujado al joven Potter al límite. Estuvo a punto de marcharse furioso, huyendo para revolcarse en su miseria en paz y tranquilidad.