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El amor es algo bello, un sentimiento hermoso que llena de alegria y felicidad a quienes llegan a sentirlo. Aquellos que tienen la dicha de sentirlo y lograr encontrar el verdadero, son muy afortunados, los mas afortunados. Un sentimiento hermoso que florece y llena de gozo a quien lo siente.

Pero tambien puede ser un arma de doble filo, que puede herirte de la forma mas dolorosa posible. En especial si sabes que fue por tu misma culpa, se supone que debia ser una vida calmada, con amor y atención, una de ensueño. Pero no era así, no había maltratos fisicos ni verbales, pero había distanciamiento y desinterés por el sujeto quien ahora era su prometido, Jura Hyoudo. El héroe de las facciones y uno de los pilares de la alianza sobrenatural junto a la dragona celestial blanca, no era una mala persona o eso creía, pues su ligero pecado es el desinterés que tiene sobre todo esto. Además de ser soberbio, terco y orgulloso, teniendo un ligero aire de superioridad al ser ahora un dragón gracias a su sacred gear. Pues era el portador de la booster gear, donde se encontraba encarcelada el alma de Ddraig. Uno de los dos dragones celestiales.

Pero de eso se hablara mas tarde.

¿Que le vio a el? A estas alturas, ya no lo sabia y siendo sincera, empezaba a dejar de importarle un poco siquiera. No iba a mentir, una parte de ella aun tiene fuerte sentimientos por el, pero gracias a su forma de ser, esa parte muere poco a poco, pronto no quedaria nada. Ella sabia como era, lo supo desde que lo conocio, pero no le importo, todo lo que necesitaba era su poder. Empeoro cuando se entero que era portador de un engranaje sagrado, su ego y arrogancia escalaron niveles aun mas elevados, pero de todas formas, aun conservaba un poco de buena personalidad y ese minusculo detalle fue suficiente para enamorarla a ella y al resto de su séquito. Pensaba que ese mal temperamento seria pasajero y se iria con ayuda de ellas con el tiempo, pero una decepción hasta el día de hoy es lo que se lleva. Las consecuencias de creer y amar a un cretino, ella se estaba dando cuenta de su error poco a poco y no solo ella, otras dos tambien empezaban a perder la paciencia con el joven emperador rojo, siendo estas Rossweisse y Asia Argento. La ex valquiria perdio el total interés por el sekiryuutei a causa de su personalidad, fue una suerte que nunca decidio formar parte de su harem. La ex monja fue un poco mas difícil, su inocencia la aferraba a su creencia de que Jura cambiaria, cosa que nunca paso. Fueron varias citas canceladas, promesas rotas y el desinterés del castaño que la llevo a abrir los ojos de forma triste. Jura no era alguien malo, claro que no, pero era demasiado inmaduro como para tener una relación seria. Aun se preguntaban si era buena idea que alguien así sea uno de los pilares de tan importante alianza.

Aunque de hecho, para sorpresa de las tres a pesar de su personalidad molesta, era alguien diligente a la hora de ser el pilar de las facciones. Pecaba de exceso de confianza y subestimaba a sus enemigos, si, es verdad. Pero lo compensaba con su poder y profesionalismo a la hora de tratar temas que tengan que ver con la alianza.

---Necesito aire fresco.

La pelirroja suspiro mientras se alejaba del balcón de la mansión Hyoudo, que pertenecia al sekiryuutei, sus prometidas y padres. Necesitaba pensar, remodelar las acciones y decisiones que la llevaron hasta hoy en día. Era tempreno en la mañana y por eso saldria a dar un paseo, al parecer sola, pues Ross tuvo que ir a Asgard por un asunto de urgencia y Asia habia salido con los Hyoudo a hacer las compras de la casa. Si llegaba a preguntarle a Akeno y las demas si la acompañaban, ellas negarian diciendo cosas como "vamos a esperar a anata" o "no tenemos ganas de salir sin Jura-san/kun/sama/nya" lo sabia porque ya antes las habia invitado, siempre se negaban. Por lo que ahora no perderia el tiempo en invitarlas, ademas era lo mejor. La soledad la haria pensar mejor las cosas, asi que se vistio de forma casual y ligera, no iba a vestirse de gala por un simple paseo de reflexión, tomo su llave y bolso para irse de ahi. Bajando las escaleras, pudo ver lo obvio, las chicas de la casa esperando a Jura, todas juntas mientras veian la televisión o alguna otra cosa estando en la sala. Suspiro un poco apenada ¿de verdad ella era así de sumisa tambien? O una pregunta mejor ¿porque solo ellas tres lograron ver la verdad? Se comportaban como niñas dependientes, era un poco penoso si lo pensaba bien. Suspiro y siguio su camino bajando las escaleras hasta salir de ahi sin decir nada a nadie.

Issei Hyoudo: Corazón ardiente [actualizaciones regulares]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora