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Sona no sabía cómo se había metido en esta situación.

Todo había comenzado cuando anuncio a su prometido que ya había llegado a la casa, abriendo la puerta con la llave que tenia como regalo de su prometido. Solo poner un pie en la casa y ya tenía a su prometido abrazando sus piernas con lágrimas de alivio, eso la confundió y sorprendió al no entender que pasaba. Hasta que alzó su mirada.

En primera, sus padres simbólicos habían venido de visita de forma sorpresiva, como siempre la amable Miki y el estricto sargento militar, Gorou. En segunda, la hermana adoptiva de Issei que pronto se volverá también su cuñada (aún cuando suene raro) estaba también ahí, pero como siempre, tenía sus mejillas hinchadas. Claramente estaba celosa ¿eran celos de hermana o algo más? No lo sabía y tampoco le importaba a decir verdad, puesto que si era la primera posibilidad, era algo normal, se ha visto varias veces y eso era algo pasajero. Pero si fuera la segunda, pues ahí si habría un ligero problema, para ella. Sona sonreía de forma ligera de forma amable, cosa que sólo sus futuros padres se creyeron, más no la rubia. Sabía que Sona estaba fingiendo y esa sonrisa amable, en realidad era una de burla dirigida hacia ella. La verdad eso la hacía enojar un poco, pero no podia hacer más que bajar la mirada resignada y morderse el labio. Entendía muy bien lo que pasaba con ella, si, lo admite, ella eligió mal por ser una jovencita tonta, manipulable e ingenua. Pero ya no podía hacer nada, Jura sería su próximo esposo y no había nada que pueda hacer para evitarlo, porque no era posible que Issei vaya a luchar contra su propio hermano por ella, después de todo solo era un humano común y corriente, además de que no posee conocimientos sobre el mundo sobrenatural. A veces se pregunta ¿porque se lo ocultan a Issei? Talvez era para protegerlo de los peligros de los mundos a los cuales pertenecían, de todas maneras a pesar de aceptar que se equivoco y no podía reparar su error, no podía evitar ponerse un poco molesta. Pues Sona le sonreia de forma descarada y directamente al saber que le pasaba, le restregaba en la cara que era su mujer y no ella. Eso la fastidiaba bastante y eso Sona lo disfrutaba, pues vio a quien una vez desecho su amor por su prometido por su gemelo. Ahora arrepintiendose al no tener ninguna oportunidad al pronto estar casado.

Si, Sona era una mujer caprichosa, engreída y vanidosa, todo en su interior. Pero siendo sinceros ¿que mujer no lo es? Añadiéndole tambien un plus del hecho de que era una demonio de clase alta.

Si era sincera, le agradaban los tres, aún cuando Asia desarrollará de forma tardía sentimientos por su prometido, no podía sentir odio hacia la rubia. Puesto que no habían motivos para hacerlo, ella estaría prontamente casada con Jura al igual que ella con Issei, así que no había peligro. Issei quería a Asia, pero aprendió a cambie exitosamente su amor romántico a uno fraternal ¿como lo hizo? No lo sabía, pero lo logró. Ahora para Issei, Asia es su muy querida hermana menor y eso fastidiaba a la rubia y le daba gracia a la pelinegra. Ojala su diversión siguiera así por mucho tiempo mas. Sus suegros, no podía decir nada negativo de ellos, excepto que Gorou era extremadamente estricto, como todo un militar, siendo toda su familia tambien "víctima" de sus temperamento y personalidad, excepto su esposa e hija menor. Pues solo Issei y Jura fueron criados como si fueran casi soldados, siendo su madre la del amor, comprensión y ternura. Su padre era la seriedad, severidad, disciplina y valor de la familia Hyoudo. Claro que no significa que era un maldito con sus hijos, pues les daba amor a su modo, pero la que si se llevaba su amor de forma indispensable, era su hija menor, la consentida de su padre. Algo que sus hijos veían con ligeros celos y envidia, no les parecía justo, pero era lo que había, además de ser un poco comprensible. Era científicamente comprobado que los padres tienen un sentido de protección aún más avanzado por sus hijas que por sus hijos, era como un sistema natural de protección. Sin duda en la familia Hyoudo era más beneficioso ser mujer que hombre y el destino más agradable y llevadero de la única hija del matrimonio era prueba suficiente para comprobar aquello.

Issei Hyoudo: Corazón ardiente [actualizaciones regulares]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora