Capítulo 1

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- No puede ser, no puede ser... ¡NO PUEDE SER VERDAD!

Chat Noir corría desesperado por los tejados de París. La tarde nublada de ese día había desembocado en una poderosa lluvia que empapaba la ciudad por completo. Pero incluso sin esta lluvia, el rostro del enmascarado ya estaba empapado por las lágrimas. Su cuerpo no dejaba de temblar, lo que causaba que resbalase constantemente, estando a punto de caerse en más de una ocasión.

La vista nublada tanto por la lluvia como por las lágrimas lo hacía chocar con las chimeneas y salientes de los techos que tan acostumbrado estaba a sortear.
Pero nada de esto le importaba. En su mente no dejaba de repetirse la última media hora que había pasado. La peor de su vida, protagonizada por la peor frase que su padre había dicho de él.

- No te atrevas a repetir eso, Natalie... ¡Ese no es Adrien... No es mi hijo!

- ¡MALDICIÓN! - Vociferó Chat Noir, chocando de frente con una chimenea, la cual le hizo detenerse en seco y caer sentado en un techo inclinado. Presa de la desesperación, el chico abrazó sus rodillas aterrado, soltando sollozos muy agudos y con la cara escondida, tratando de no perder el aire.

- Vamos... Vamos... ¡Recupérate, Adrien... RECUPÉRATE! - Se repetía. - ¡Ella necesita saberlo! Ella... ¡Ella...!

Y un pensamiento aterrador llegó a su mente. ¿Ella debía saberlo? ¡Claro que debía, podrían detenerlos al fin! Terminar con sus actos malévolos por todo París. Acabar con todas sus creaciones...

Pero... ¿Realmente con todas?

Chat Noir sacudió la cabeza y sacó su bastón de su cintura, activándolo para desplegar una pantalla. El comunicador sonó por varios segundos en los que el héroe felino seguía sollozando en voz baja hasta que emergió un mensaje pregrabado con una voz que detuvo los suspiros entrecortados de Chat Noir casi de inmediato.

- ¡Hola, estás llamando a Ladybug! Si eres Chat Noir, más vale que no sea porque quieres tener una cita... Si no es por eso, ¡Déjame tu mensaje!

El sólo escuchar a Ladybug bastó para que el muchacho pudiera entrar en calma. Éste cerró sus ojos y respiró hondo. Sin importar qué le puede pasar, él lo prometió. Ayudaría a Ladybug a acabar con Hawkmoth y Mayura. Esto iba más allá de él, y lo sabía. Ladybug y Chat Noir ganarían al final.

- Milady... S-soy Chat Noir. T-te necesito. Por favor, ven cuanto antes a la Plaza de Trocadero. ¡Al fin podemos derrotar a Hawkmoth y Mayura!

Y luego cortó el mensaje. El chico cerró los ojos y dejó que la lluvia cayera por todo su cuerpo. Habría deseado que el último día de su vida fuera soleado, pero supuso que no podía ser quisquilloso.
Pero habría deseado muchas cosas más...

Ir al mar con Nino, poder derrotar a Kagami en un duelo, lograr que KittySection tocase en la Eurovision como le prometió a Rose antes que su cáncer la hiciera ausentarse de la escuela. Comer todos los dulces de la panadería de Marinette y decirle que le gustaba... Aunque él supiera que ella quería estar con Luka, y aunque supiera que lo que él sentía por Ladybug era mucho más fuerte.

Y sí. Habría deseado al menos un beso de verdad con Ladybug antes... Antes del fin.

Había mucho por lo que no quería que termine así. Pero justo porque quería la felicidad de todas esas personas era que esto debía acabar. Adrien abrió sus ojos esmeralda y frunció el ceño.

- Hoy derrotaremos a Hawkmoth y a Mayura. - Sentenció, y empezó a correr por los techos, decidido a encontrarse con su lady.

. . .

Miraculous Chronicles: My Magical AdrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora