Epílogo

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Tengo en frente a Chat Blanc.

Él sigue cantando dándome la espalda. No se ha dado cuenta que bajé hasta la terraza donde está sentado. Es tal y como lo recuerdo. Solo mira al vacío y canta. Sólo y triste...

Me había esforzado con dejar de tener esas pesadillas. Un París destruido. Un mundo destruido. De alguna manera, Chat Noir se había enterado de mi identidad y había sido akumatizado. Nunca quise saber mucho, pero incluso si así era, Bunnyx no me habría contado. Ella misma decía que no debía saber más. Pero ahora... Ya nada de eso importa, supongo. Estoy aquí... Y él está aquí. Él aún está aquí.

- Marinette... Te extraño.

Tuve que morder mi labio para no llorar al oírlo. Era él. Era Adrien. Era mi Adrien. Yo quería volver a verlo y aquí estaba. Sólo quería... Volverlo a ver.

Antes que mi cuerpo se diera cuenta, mi ropa y mi aspecto volvieron a ser los que tenía antes de obtener el Poder Absoluto; como si el sólo pensar en que él no me reconocería con un traje negro idéntico al suyo hubiera bastado para que mi magia transformara mi apariencia . Estos poderes son extraños y aún lucho por entenderlos... Pero lo haré luego. Ahora, sólo quiero una cosa.

- ¿A-Adrien?

Sus orejas de gato tiemblan un poco al oírme. Siempre me parecieron muy tiernas... Quería tanto que me viera otra vez, que me asustó un poco el verlo a la cara. Esa mirada ligeramente enloquecida. Ese cabello blanco grisáceo. Esa expresión que los akumatizados solían tener ahora marcaban las expresiones de mi príncipe. Pero todo eso cambió por una amplia sonrisa de alegría.

- ¿Milady? ¡Creí que te había perdido! ¡Estaba tan triste al ver que no estabas!

Chat Blanc salta hacia el suelo y empieza a caminar hacia mí, lleno de felicidad. Me mira y me habla de forma amable, pero yo misma siento que él no está en sus cabales. Aún así no empiezo a correr. Yo sé que es él. Sólo necesito que me escuche.

- T-tranquilo. Aquí estoy... Todo estará bien.

- ¡Claro que estará bien! Ahora que volviste repararemos todo... ¡Porque me darás tu Miraculous!

Chat Blanc lleva sus manos a mis orejas y sujeta mis aretes con fuerza. Lo había olvidado. En este punto de su vida, él está aterrado de lo que hizo. Ha perdido la conexión con la realidad y quiere mis Miraculous para volver todo a la normalidad. Pero en cuanto tira de mis aretes con los dedos y me los quita, él mismo ve cómo se desintegran en sus manos.

- No... ¡No! Esto es... Esto es imposible. ¡¿Cómo pasó esto?!

- Adrien, por favor, escúchame...

- ¡No! Marinette... Los necesitamos. ¡Necesitamos tus aretes para arreglar todo! ¡TENEMOS QUE ARREGLAR TODO!

- ¡Adrien!

Tomo sus manos con fuerza. Puedo sentirlo temblar. Él me mira y una silenciosa lágrima tan blanca como su piel cae de uno de sus ojos.

- Marinette... Por favor... Debemos arreglarlo. No quiero... No quiero que todo siga roto... Por favor, sálvame.

Adrien cae al suelo de rodillas y empieza a llorar a gritos. Lo entiendo. Su última esperanza se ha perdido. O al menos eso cree él.

- Está bien. Yo estoy aquí. Estoy aquí para ti...

Me arrodillo frente a él y lo abrazo. Su cabeza descansa en mi pecho mientras lo rodeo con mis brazos. Es él. Es Adrien. Mi mágico Adrien está aquí. Sólo debo quitarle estos poderes tan horribles y salvarlo. Estaremos bien aquí. Estaremos juntos.

Miraculous Chronicles: My Magical AdrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora