drei

3.5K 308 34
                                    

Las agresiones se detuvieron, pero las preguntas no

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las agresiones se detuvieron, pero las preguntas no. Ocasionalmente, vio a Tzuyu entrar y salir de la escuela, a veces no la veía salir, otras veces la vio entrando demasiado temprano. Probablemente presa de alguna variación del Síndrome de Estocolmo, Sana se encontró a sí misma esperando que apareciera de la nada para empujarla contra los lockers o besarlaa en algún cubículo, pero ninguna de esas cosas sucedió.

Es el último día del penúltimo día de clases cuando hay un indicio, convencida ya la castaño de que sería mejor no verse las caras de nuevo, ni para pelear o para follar (aunque eso sonara tan raro). Pasando por el estacionamiento como nunca acostumbra y con la necesidad apremiante de hacer tiempo antes de llegar a casa y encerrarse en un libro, pudo ver a Jeongyeon en su motocicleta, con una bonita chica a la que ubica como Nayeon sentada en su regazo, riendo ambas como si estuvieran solas en el mundo, compartiendo besos castos y ella rodeando su cuello con sus brazos. Obligatoriamente debía pasar por ahí, así que decide hacerlo rápido y mirando a cualquier otro lado.

─Hey, tú. ─ la llama y Sana siente que se le va el color del cuerpo. ─ Minatozaki, ven un momento.

Era correr o morir, de eso está segurq pero no le responden las piernas, ni siquiera el primer impulso de salir corriendo supuestamente llevada por el miedo funciona en sus sistema. Las botas de Yoo se escuchan sobre el asfalto, cada vez más cerca su inminente destino.

Tendría un epitafio patético, una corta vida. No terminó de ver Girl From Nowhere, tampoco Shingeki no Kyojin ¿¡Quién se quedaría con sus libros de Harry Potter?!

─Oye. ─ la voltea, una mano sobre su hombro y Sana se encoge esperando el golpe que nunca llega. ─ Ahg, no voy a hacerte nada, tonta. ─ rueda los ojos, el sol brilla a su espalda resaltando su cabello rubio. ─ Escucha, no sé que tiene Tzuyu últimamente que le ha dado por sentirse la buena estudiante y eres la última que habló con ella. ¿Sabes algo?

Sana seguramente tiene los ojos brillantes de escuchar su nombre cuando niega con la cabeza. ─ No, ella se fue después de que... ─ miles de escenas en retrospectiva inundan sus pensamientos y el calor le sube hasta por las orejas. ─ Le di el proyecto, no sé nada más. ─ ¿Está estudiando?

Jeongyeon asiente, pensativa y mirando algún punto al frente. ─ No hace nada más, incluso se queda en las noches en la biblioteca ¡Está completamente loca!

Sana reprime una sonrisa y agradece sin voz el dato del paradero de la mayor. ─ Yo, lamento no poder ayudar más...

─ Está bien. ─ sorpresivamente, le palmea el hombro con poca fuerza. ─ Oye Minatozaki, te debo una disculpa.

─ ¿Eh?

─Una disculpa, por todo. ─ se encoge de hombros. ─ ¿Ves a esa hermoso princesa? Es mi chica y me ha enseñado un par de cosas sobre respeto y tolerancia y mierdas de iglesia, ya sabes. ─ Jeongyeon sonríe.─ De verdad espero que me perdones algún día, eres una buena chica, amiga.

rude girl ; satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora