Prologo

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"eres en héroe que faltaba para karmaland"

le habían dicho en múltiples voces, en múltiples idiomas y múltiples tonos.

"eres quien ayudara a los héroes y juntos, podrán mantener la paz en karmaland"

le respondieron cuando pregunto el como, el porque el.

"pero eres la ultima pieza que necesitan para salvar karmaland de la desgracia"




cuando aterrizo en la tierra de karmaland, solo sabia tres cosas:

1-era un aventurero experimentado

2- tenia una suerte Extraña

3- Era un patito feo.


¿Por qué se consideraba un patito feo?

si intentaba recordar detalles, no podía, pero lo que sabia era que la familia de la que había venido le catalogaba de aquella manera. y no porque físicamente fuera feo, a comparación de otros humanos, el era atractivo, cautivador y con un rostro tan expresivo que gustaba de verse. pero para su especie hibrida, lo era. era un adefesio, una maldición.

 al parecer poseer un color negro en sus plumas, le hacia serlo. recordaba que toda su familia eran híbridos de hermosas alas blancas, ojos celestes y suaves y refinados cabellos tan blancos como las nubes.  eran como ángeles.

pero el era de un color de cabello y plumaje negro. Un cabello desordenado, unas plumas amenazantes, poderosas y bruscas.  había escondido tanto lo mas que podía aquello que usaba gorras que cubrieran las plumas negras en su cabello, escondiendo sus alas que nacían de su espalda lo mas que pudiera al igual que su cola con ropas holgadas

  y sus ojos... sus ojos eran oscuros, rojizos como la sangre y no claros y hermosos como los demás miembros de su familia. era como un demonio

sus alas y su plumas habían tardado en cambiar de color. durante toda su infancia habían sido pequeñitas y amarillas ya siendo algo extraño y discriminado por su familia  y apenas entrando a la etapa infante, el color negro llego. 

también sabia que  a pesar de esa apariencia y de su infancia aparentemente llena de rechazo, el no era mala persona. al menos no buscaba daña a nadie, era tremendamente empático y amable y desconfiado... 

oh.

esa era la cuarta cosa que sabia



4- no confíes en nadie




 si ni siquiera podía confiar en los padres que le criaron ¿Por qué debería confiar en desconocidos? 



le parecía extraño saber esas cosas de manera vaga, confusa y borrosa pero no detalladamente. ni siquiera podía recordar las caras o las voces de las personas con las que anteriormente había convivido. ni el como había llegado a experimentar esas emociones. no había detalles.

El Patito FeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora