rubius se quedo callado tras escuchar aquella historia. de hecho, se había quedado callado, haciendo solo pequeñas gesticulaciones tras escuchar lo que quackity le contaba. pero seguía llorando intentando moverse lo menos que pudiera. lloraba tanto tanto que la cabeza le dolía. quackity no lloraba, ni siquiera parecía inmutado a lo que había vivido mientras sus ojos se enfocaban en el techo. ver a rubius llorar le era doloroso, tanto que sabia que si giraba la vista y lo veía, sus ojos podrían humedecerse.
para rubius, la vida de quackity había sido mucho mas injusta con el. ¿todos los héroes tenían que tener un trágico pasado? tal vez si.
tal vez porque el dolor del pasado te hacia convertirte en lo que eras ahora.
quackity se armo de valor luego de unos minutos y miro a rubius. el rubio con raíces castañas estaba quieto, casi como un muñeco, mordiéndose las uñas, ansioso.
quackity recordó que el rubius de su mundo no le había visto llorar hasta el momento de su muerte y ahora sentía un extraño goce de verlo ahí, expresándose. ¿aquel rubius también hubiera llorado por el?
seguramente si. porque a final de cuentas, la fidelidad de rubius parecía cruzar dimensiones. pensó en ello y se acerco a el, abrazándole con dulzura y colocándole contra su pecho.
rubius correspondió abrazándole con la misma gentileza que el pato lo había hecho, sintiendo los latidos acelerados del pelinegro en su mejilla húmeda. solamente ahí comenzó a dejar de llorar. quackity era cálido. era suave.
era tan bueno... tanto, tanto, que el rubio sentía que estaba tomando mas de lo que podía tomar entre sus manos.
los besos en su frente, las caricias reconfortantes y los suaves suspiros que le daba quackity eran tan llenos de amor como su naturaleza misma. aquella naturaleza que le hizo no hacer algo al respecto hasta que era demasiado tarde.
y estaba pasando lo mismo ahí. estaba siendo manipulado, herido y usado como un medicamento poco a poco y seguramente querría escapar cuando fuese demasiado tarde...
era extraño escuchar sobre una versión distinta de el. y ahora entendía el apego que se sentían uno del otro. en otros universos parecía que se conocían. ¿en alguna parte de su vida llego a conocer a quackity en su mundo? ¿abría pasado algo mas? ¿abría podido salvarle? ¿en otros mundos vegetta hubiera tenido la paciencia y la confianza para estar con el? tal vez si. no lo sabia y ahora no veía razón alguna para pensar en ello.
vegetta. la fuente de su dolor se había convertido en segundo plano. vegetta estaría bien sin el.
quackity no...
el rubio se separo del abrazo apenas pocos centímetros, avergonzado de tanto llorar frente a quackity, con la cara roja de tanto llorar y pálido por la perdida de energía. aun así, tomo las manos de quackity y las entrelazo con las de el. que fríos y que cálidos estaban los dos, al mismo tiempo.
-gracias por confiar en mi, quackity..
-gracias por confiar en mi, rubius....
murmuro mientras ambos se miraban a los ojos. deseando no perderse de vista uno con el otro. rubius podía ver como los ojos de quackity habían cambiado. eran algo mas fríos, mas dolidos, mas maduros... pero seguían conservando aquella dulzura que le había cautivado desde el primer día que lo vio en su bosque de cerezos.
¿Cómo era posible que alguien como el existiera? no había una descripción justa para quackity. era bueno, era cálido, era reconfortante... era como el sol, era una sonrisa, era tantas cosas...
tal vez era torpe, boca floja y perezoso, pero no tenia un carácter como para merecer que los mundos estuviesen dándole la espalda, condenándolo al sufrimiento.

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El Patito Feo
FanfictionHabia llegado a ese mundo desconociendo todo sobre el. un mundo que lo necesitaba. quackity había sido enviado por los dioses ¿pero como alguien tan desastroso podia ser enviado por ellos? ¿alguien que incluso, a como recordaba, era rechazado como...