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Corriendo por el pequeño lago, ocultándose bajo un pequeño puente encorvado de piedra, ambos, alfa y Omega esperando la oportunidad perfecta

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Corriendo por el pequeño lago, ocultándose bajo un pequeño puente encorvado de piedra, ambos, alfa y Omega esperando la oportunidad perfecta.

— O sea que hay que robar ¿Ese navío? - preguntó el alfa Min, viendo un gran navío flotando en el bello mar.

— Comandar - corrigió el castaño Omega — Comandar ese navío, se dice así, solo tengo una pregunta muchacho o no tendría caso ir - dijo girándose, quedando cara a cara al azabache alfa — Por él - refiriéndose al joven Park — ¿Qué serías capaz de sacrificar?

— Daría hasta la vida - respondió decidido el alfa.

— Muy bien, eso es todo.

Y su oportunidad llegó, ocultándose dentro de un pequeño bote, se adentraron al mar sin ser vistos por los guardias que acarreaban cosas de aquí allá.

— Esto es demencia o brillantes - comento el alfa, ambos caminando bajo el fondo del mar con el bote dándoles un espacio de aire.

— Es increíble lo mucho que esas nociones coinciden.

Escalando por la parte trasera del navío, ellos se infiltraron en el, llamando la atención de los guardias de Port Royal cuando el Omega gritó.

— ¡Todo el mundo guarde la calma, nos apoderaremos de la nave! - gritó el Omega con su espalda al aire.

— ¡Escucharon, quietos! - gritó el pobre alfa, ganándose una mirada un tanto decepcionada del Omega pirata.

— Este barco no puede ser guiado por dos hombre, no saldrán jamás de la bahía - afirmó uno de ellos que parecía tener un rango más alto de los otros guardias.

El Omega, con una sonrisa divertida en su rostro se le acercó, y con su pistola le apuntó — Niño, soy el capitán Kim Taehyung, ahora sale.

El Comodoro, que estaba en el puerto viendo a los guardias acarrear cosas a un navío fue llamado desde el mar, en un pequeño bote, los guardias gritaban avisándole que se llevaban la nave, el audaz.

— ¡Kim y Min se llevan el barco!

— Que insensato Min, insensato - comento el Comodoro — Ese es sin duda el peor pirata que jamás conocí.

El interceptor se puso en marcha, en busca de alcanzar el audaz. Con cuerdas colgándose abordaron la nave sin esperarse que Kim y Min hicieron lo mismo, cortando las cuerdas que usaron los guardias para que no volvieran, llevándose el navío, el interceptor.

— ¡Tenemos que volver al interceptor, ahora! - gritó el Comodoro.

— ¡Gracias Comodoro, por ayudarnos a zarpar, nos hubiera costado trabajo hacerlo solos! - gritó el Omega desde el timón del otro navío, con clara burla y con el intento de hacerlo enojar.

— ¡Hay que izar las banderas, hay que terminar!

— El viento está a un cuarto, no podrá alcanzarlos Comodoro.

Pirates of the Caribbean  °Kookv°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora