Pero despídete bien

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La detención sabatina.

Steve se arrepintió de pensar en la posibilidad de no venir. Obtuvieron una tarde de puta madre. Joder, esto era genial. Pero al final...

- ¿Dónde está Jim?

- Debe estar ya en el salón.

Mentira.

– ¿Dónde estuvo Jim? – Eli preguntó, mirando a Steve una vez que estaban en casa, y con casa se refiere a que saludaron a la mamá de Eli y aceptaron galletas mientras procesaban el día de hoy.

– Creo que él sí es bueno. Me puse el disfraz de mascota para que no me viera. Vi que él, bueno, rodó hacia unos casilleros con una armadura, una armadura increíble – Steve trató de hablar despacio pero no evitó tartamudear.

- Aún debemos continuar como si nada, pero es bueno saber que él está de nuestro lado, o más bien, estamos de su lado.

"De su lado", eso no le gusta a Steve, no es sirviente de nadie ¡Es Steve!

Ambos están en la cama, agotados de todo lo que pasó, ese día fue genial. Bailar, comer, andar en bici en la propia escuela.

Ese último evento, la bici, prefería pasarlo con Eli pero él confió más en Jim, está bien, comprende que aún no es digno de completa confianza. Solo han pasado unos días y lo golpeó hoy, no tenía una mala intención pero lo hizo a propósito.

- Iré a darme un baño, ¿tú aún te quieres quedar?

Steve la está pasando bien ese día, no quiere volver a casa y ver la cara enojada de su mamá por la detención o aguantar al entrenador tratar de ganarse su afecto. Pero tampoco quiere seguir incomodando a Eli.

Empieza a molestar estar junto con Eli, con Eli debe pensar, odia pensar.

Lo que es más típico es actuar como cabeza dura.

– ¿Puedo quedarme un poco más? – No quiere hacerle sentir incomodo pero en serio necesita sentirse egoísta y quedarse allí; es lo que quiere ahora.

– Por supuesto –. Esa sonrisa de nuevo, no es tan expresiva, es cordial.

Lindo.

Entonces se quedó ahí, en medio de la habitación. Mira con detenimiento el tablón lleno de hilo rojo tratando de unir puntos pero a los diez segundo se aburre. Observa más allá de la habitación de Eli y se detiene en ver los posters de las muchas cosas que seguro le gusta a Pepperjack, ciencia ficción, cosas de nerds.

Puede que este le interese, no sabe cómo se llama la serie pero tienen colores llamativos. Parece ser del espacio exterior, alienígenas y una vaca abducida, esa vaca tiene cara de llamarse Besie. Steve se ríe en si quiera imaginar que existen alienígenas, troles sí, pero no engendros de otro planeta aunque sería genial. 

– ¡Oh! Steve sigues aquí, ¿tienes hambre? Quédate a comer – La mamá de Eli se asomó con felicidad a saludar a Steve, no olvida que este es el primer y único amigo al que su hijo le presenta. 

El mencionado se sentía un poco invasor pero revisó la hora y eran las 5 de la tarde, relativamente temprano. Quién era él para rechazar comida gratis. 

– Sabes, Steve, Eli no tiene muchos amigos y siempre he querido que socialice más pero por más que lo que intentaba él no lo logró por un tiempo – La mujer comenzaba a soltar palabras suaves mientras que Steve comenzaba a entrar en pánico, no le gustaban ese tipo de conversaciones, ¿ella sabe que él es el culpable por la soledad de Eli? – Pero ahora estás aquí, siempre te la pasas con él–. De acuerdo, eso liberó algo de estrés. – No me gusta que Eli rompa las reglas. Sin embargo, tú eres su primer amigo así que tal vez no está tan disgustada siempre y cuando no hagan nada peor. 

Se dio un cambio de actitud en esas palabras, Palchuck comenzaba a ver a su madre en ella, siempre con esa emoción de fortaleza que da miedo contradecirla. 

– Confío en ti para ser un buen amigo y protegerlo – la señora sonríe con simpatía y Steve corresponde, le dice que no se preocupe. Para Steve era muy bueno que ella confiara en él, nadie lo hace, pero ella lo hace. 

– Le prometo que su hijo está en buenas manos –. La misión de Steve es hacer sonreír a Eli, hacerlo feliz y compensar todo el daño hecho. 

Cuando Eli salió de bañarse estaba oyó risas en el comedor, curioso se movió hacia la parte de la casa donde se encontraban Steve y su madre comiendo ¿eso era espagueti con albóndigas?

– ¡Hey, pepperbuddy! Ven y come o me comeré tu ración  – Steve lanzaba con gran habilidad la bola de carne que al descender era devorada con destreza, la señora del hogar aplaudía con gran entusiasmo. 

Eli se quedó observando la graciosa situación, estaba algo confundido con la acción, es decir, nunca se imaginó tener a un amigo para iniciar. Movió sus piernas hacia una silla y se sentó emocionado por la comida, su madre le sirvió un plato caliente con cariño. 

Los tres comenzaron a hablar, ese día tan divertido, cómo es la escuela y qué tal la comida, cosas triviales que olvidaron el tiempo entreteniéndose en charlas graciosas. 

La mujer oyó como su celular vibraba y lo tomó para contestar una llamada, probablemente del trabajo – Disculpen – se retiró del lugar rápidamente dejando  al par de amigos solos. 

– Deberías acabarte todo – El más alto habló con preocupación, Eli era muy pequeño si se lo preguntaran, tal vez comer más lo haría ser más grande. 

– Ya no tengo hambre. Puedes comerlo si quieres. – En el plato había un albóndiga solitaria, pequeña, vulnerable y apetitosa. 

Steve se resopló ligeramente – ese no es el punto. 

– En serio, cómelo – Eli tomó la albóndiga con el tenedor y con su mano debajo de ella para que no se caiga – come. 

Palchuck procesaba la situación como un windows del 2010 que no había sido actualizado. Hipnotizado abría la boca lentamente y cerraba sus labios a medida que la mano de Eli avanzaba. 

– Problema resuelto. 

Ambos parecían observarse tan fijo, no se quitaban los ojos de encima. 

– ¡Chicos! Perdón, era del trabajo. Igual está anocheciendo ¿tú madre no estará preocupada?

Steve terminaba de tragarse la carne triturada y comenzaba a reiniciar su sistema. 

– Oh sí, sí, ya es tarde. Gracias por la comida señora. Debo irme. 

– Te acompaño a la puerta.

– ¡Cuídate!

Ambos estaban fuera de la residencia. Steve seguía nervioso, la madre de Eli lo habrá visto se pregunta. Es una rara situación porque, quién actúa de esa manera, solo esos acaramelados de Clara y Jim. Debe ser algo que solo hace Eli, o una especie de broma o una muestra de confianza, sí es eso. 

– Entonces, nos vemos, vete con cuidado. 

Actúa con normalidad se repite el rubio – Sí, tienes razón. Yo debo irme – Estaba tan rojo, no se veía pero sentía mucho calor y ya no había sol. 

– ¿Sin beso de despedida?

... 

MUEJEJEJE I ALWAY COME BACK BITCHEEES

Ok, ok. Se que ha sido un periodo muy largo pero- pero- SOLO ESCUCHENME OK? YO-yo- no tengo excusa. Simplemente no tenía imaginación ni ganas de actualizar perooooo mi escuela está en paro y well, quienes somos para juzgar. 

Bueno juzguen el capítulo porque siento que pude haber hecho más así que dejen comentarios por aquí para saber que puedo cambiar o agregar ;)

Oh Eli, dame la oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora