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Me quedé escondida detrás de un árbol tratando de no ser descubierta por espiar a esa pandilla, hasta que sentí escalofrío por todo mi cuerpo al percibir   una presencia atrás mio, me habían pillado? Serían esos chicos que me encontré en la tienda? A no lo sé, la curiosidad mato al gato acabo de experimentar esa frase, me di media vuelta lentamente con un poco de miedo......

Al darme la vuelta completamente pude observar no a uno, si no dos muchachos creo que de mi edad o quizás mayor,  el primero que llamo mi atención era de estatura media, que tenía el cabello más bien corto peinado con un estilo mullet  y de color rubio con mechas celestes, su cejas igual eran de color rubias, sus ojos eran de un color violeta penetrantes, acompañados de unos anteojos de una forma circular , cosa que fue la que más me llamo de ella atención, también llevaba un conjunto de ropa de color negro, la camisa era una camisa de cuello alto, y su pantalón era una normal, pero  parecian caros.

Al contrario el otro chico era más alto y delgado, su cabello era bastante largo de color rubio y negro y lo llevaba dos trenzas, sin embargo, este otro chico igual tenía sus ojos de un color violeta penetrante, pero vestía una camiseta gris básica y holgada, y llevaba ambas manos en los bolsillos de su pantalón negro
.

—al parecer no somos los únicos curiosos que andamos observando hermano. -dijo el más alto de los dos que luego reemplazaría su ceño fruncido a una sonrisa coqueta, quedé atónita ante el comentario, estaba algo asustada era de noche y me había topado con dos tipos que me habían pillado espiando a otra gente, no sabía lo que harían me daba algo de mala espina, hasta que una de las acciones del más alto me llamo la atención, este se acercó a mi, yo retrocedi un poco hasta chocar con el árbol en el cual me escondia detrás hace momentos.

El muchacho se inclino lo suficiente hasta quedar a mi altura conservando la distancia, mis manos temblaban inconscientemente.

—espiar es malo pequeña.- me dijo para luego volver a la postura de antes.

—es mejor que te vayas o te meteras en líos enana -dijo el otro chico el que llevaba anteojos,-.

No dije nada, solo me acomode ni bolso e iba a comenzar a correr hasta que una mano me impidió irme, era el de trenzas que me detuvo escondiéndose nuevamente detrás de aquel árbol junto conmigo y su hermano.

Iba a gritar hasta que puso una de sus manos cubriendo mi boca y hablo en voz baja.

—shhhh.. no te haré nada pero por ahora no hagas ruido o te irá mal.- dijo hechando una vista de reojo a la pandilla que estaba en la plaza.

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—ey no escucharon un ruido?.-dijo un chico pelinegro dandose la vuelta en dirección en dónde estaban los árboles

—quizás y es tu imaginación baji.- dijo otro chico con el pelo de algodon de azúcar de un tono como salmón, con una sonrisa burlona en sus labios.

—lo que sea, cuánto más se piensa demorar Mikey?.-pregunto mientras se apoyaba en su bicicleta.

—no lo s- .-no alcanzo a completar la frase ya que fue interrumpido por el muchacho alto del tatuaje en la cien.

—ya estamos aquí. -acercandose con el otro chico de estatura baja. —será mejor que no provoquen a mikey, se llevaron los últimos dorayakis antes de que llegáramos.

El mencionado bufo al no poder comer sus preciados dorayakis, mientras se cruzaba de brazos haciendo un berrinche.

—vendremos otro día mikey .- menciono el más alto.

—esta bien.- acepto entre regañadientes mikey, aún estaba algo enfadado.

Todos estaban exaustos de esperar media hora solo para que mikey llegará de mal humor al no encontrar sus dulces,
Sin protestar solo se subieron a sus motos encendiendo los motores.

—yo llevaré a mikey.-dijo el más alto todos los demás asintieron.

—nos vemos mañana.- dijo el azabache rubio subiéndose a la moto de draken.

Sin demora todos salieron en dirección a sus casas, dejando el parque que antes estaba lleno con su presencia, vacío, o eso creían....

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Al ver que todos se habían ido el mayor de trenzas soltó a T/n dejándola libre, y dándole su espacio

—que les pasa?!!!.- dije en un tono alto. —casi me da algo.

—tranquila muñeca, solo está evitando que te atraparán, se dice gracias.-una mueca de molestia apareció en su rostro.

—muñeca tu! Te has visto pareces a la muñeca de Anabelle -estaba molesta nadie me llama muñeca y menos un random x. El mayor iba a protestar sin embargo el miope habló antes.

— vámonos hermano, tenemos que estar en casa antes del toque de queda.

—tienen razón rin, vámonos, no voy a causar problemas con una enana.

—enano tu pito! .-hable sin pensarlo, antes de reaccionar lo que había dicho ya me encontraba corriendo, alejándome de manera rápida de aquel lugar, solo quería llegar a casa, asi que pare de correr después de haberlo hecho por seis cuadras de manera descuidada sin ver los semáforos atentando contra mi  vida inconscientemente, saque el teléfono de mi banano marcando el número de Noah, el respondió mi llamada y en diez minutos estuvo estacionado al lado mío para que me subiera.

No dije nada en todo el camino, de hecho me quedé dormida, ya que tenía sueño acomulado del viaje, Noah tuvo que llevarme a mi habitación y dejarme en mi cama, dormía plácidamente que ni cuenta me di no estaba tapada... El frío me hizo despertarme, estaba totalmente a oscuras, excepto por un pelo rayo de luz de la luna que se colaba por un espacio que quedaba en la cortina y la pared, prendí la lucecita de noche y me acerque a mi maleta para sacar mi pillama y cambiarme ya que tenía que dormir, mañana sería otro día¿No?....

Apocalipsis~ Tokyo revengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora