Siempre serás tú

13. Disculpas y conversaciones

Suena mi móvil.

-¿Quién es?

-Tay- respondo sin mirar siquiera el móvil, y para mi sorpresa, la expresión de Matt no cambia. Está bebiéndose el café mientras vemos la tele.

-¿Y no vas a cogerselo?

-Sí, supongo que sí- me levanto a descolgar y apoyarme en la encimera-. Buenos días.

-Buenas, ¿qué tal?

-Bien, ¿y tú?

-Bien, em..oye, quería pedirte perdón.

-¿Por?

-Ayer te cancelé los planes y no te contesté los mensajes.

-No es nada.

-¿Tienes planes para este finde?

-Hoy trabajo.

Cuida el tono, estás siendo muy borde.

¿Y?

El chico solo intenta disculparse, todos podemos cometer errores.

-¿Y mañana?

-Tengo el día libre.

-¿Quieres venir a comer a mi casa?

-Okey.

-Pues nos vemos mañana, guapa.

-Adios.

-Adios.

Me vuelvo a sentar en el sofá con mi taza en la mano.

-¿Por qué llorabas anoche? ¿Habéis discutido?

-No exactamente, son cosas mías, ya sabes.

-Te entiendo.

-¿Tú? ¿Tú me entiendes?

-Si, boba. Creo que lo voy a intentar con Martha, por mucho que te cueste creerlo. Esta tarde tenemos una cita de hecho.

-Oh, ¿y a dónde te la vas a llevar?

-Quita ese tono picarón, lo estoy intentando hacer en condiciones.

-Lo siento, cari.

-¿Estás de acuerdo con ello?

-¿Con qué salgas con Martha?

-Sí.

-Cariño, no tienes que pedirme mi opinión, ni mi permiso ni nada por el estilo.

-Ya pero...

-¿Qué?

-Dejalo, no es nada.

Sí es algo.

-Okey. ¿Entonces dónde vais a ir?

-A una especie de cafetería.

-Espero que os lo  paseis muy bien.

-Gracias.

-¿Te puedo dar un consejo?- Asiente-. Ve a tu ritmo, tú eres como yo y no tardamos lo mismo que el resto, sino que necesitamos más tiempo. No te metas prisa. Eso siempre sale mal.

-¿Experiencia propia?

-Sí.

*****

El resto del día pasa con naturalidad, he estado trabajando y como cada sábado he estado sola.

Tampoco había mucho ajetreo.

Llegada la hora de cerrar, apago las luces y salgo de la tienda.

Con el casco ya puesto me subo y arranco.