Al despertar, lo primero que hace Delaney es admirar a su hermana que aún duerme, por fortuna es sábado y no tiene que ir a la escuela. La deja dormir un rato más, acaricia su angelical rostro y con delicadeza retira los cabellos que podrían molestarle.
Está creciendo tan rápido. Parece que fue ayer cuando podía cargar su ligero peso entre sus brazos, que la arrullaba para calmar su llanto. Dependía tanto de ella y poco a poco ha dejado de hacerlo.
Se ha perdido de varios momentos importantes en su desarrollo, por sus ocupaciones que consumen su más mínima libertad. Sólo espera que en el futuro, tenga todo tan controlado como para darse el lujo de relajarse y pasar más tiempo con ella.
-¡Boo! -grita de repente la pequeña.
-¡Mierda! -espeta del susto, tocándose el pecho.
-¿Mierda? -pregunta entre risas.
-No, no repitas eso o estaré en problemas con mamá.
-Papá también lo dice.
-Con mayor razón no debes decirlo, no querrás que mamá le golpee la cabeza con una sartén.
-No. -La infante se ríe mientras niega.
-Bueno, ya que estás despierta, vamos a desayunar.
Las hermanas Stark salen de la cama y en el proceso, se ponen al corriente con detalles que se les escapan cuando consiguen charlar entre semana. Como el hecho de que Wanda hace los mejores panqueques, pero está libre y no podrá prepararlos para ellas hoy.
Delaney le promete que en otra ocasión estarán las tres y de esta forma, Wanda le enseñaría su secreto para que desayunen lo mismo aunque estén separadas.
La cocina no es su fuerte y tampoco es que tenga mucho tiempo para ponerla en práctica, siempre come preparaciones de otros.
Lo más probable, es que siendo una receta familiar, le pida a Pietro prepararlos por ella. El chico siempre presume de sus perfectos panqueques, que no es digna de probar todavía.
Virginia ha preparado el desayuno para sus hijas. Unas deliciosas hash brown, acompañadas de huevos revueltos y salchicha. Por lo general, su desayuno son frutas, granola, yogurt, avena, tostadas o cualquier cosa nutritiva que tachan de aesthetic en las redes sociales.
Demasiadas calorías, muere en sus pensamientos. No lo dice porque sabe que si lo hace, recibirá la mirada fulminante de su madre y un regaño al comentar algo así frente a Morgan.
Hace un tiempo que la rubia ha expresado su idea de que Delaney está muy delgada, por su parte, ella piensa que come lo necesario y de forma saludable. A la vez que realiza ocasionalmente actividades físicas para que su cuerpo no rechine antes de tiempo.
Sin darse cuenta, se ha acabado el plato entero. Tal vez la distrajo la televisión con las extrañas caricaturas que ve su hermana o simplemente disfrutó de algo diferente y que no comía probablemente desde que era adolescente.
Morgan aún no termina por estar embelesada con su programa. La mayor lo ve como una oportunidad para hacer esa llamada que le prometió a Howard, finalmente le haría saber de su plan. Se aparta hasta el patio trasero, sentándose en una banca mecedora pudiendo así hablar cómodamente con él.
-Buenos días, abuelo. -dice, en cuanto deja de dar tono.
-Buenos días, cariño. Sí que eres puntual, más que un gallo en su canto matutino.
-Siempre trato de cumplir con mi palabra. Y no podía hacerte esperar más por la gran noticia.
-¿Cuál noticia? -le cuestiona con un tono temeroso.
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RECOGNIZING MY SOUL
RomanceUna vida feliz y llena de lujos se puede sentir vacía. Delaney se siente incompleta en su vida, como si todo pasara frente a sus ojos siendo una simple espectadora. No se cree la protagonista de su propia historia, hasta que recibe la triste noticia...