8: ellos dicen

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—¿Yoonie? ¿Estás escuchando?

Salto en su lugar arrebatando el sueño que se acumulaba en él, tallo sus ojos quitando los rastros de sueño y miró a su amigo con una sonrisa para luego asentir.

—¿Qué hiciste para tener tanto sueño?

—Vi una maratón de películas de terror hasta las cinco de la mañana, no me arrepiento.

—Si sigues así tendrás ojeras.

—No importa, Nam, igual seguiré siendo lindo ¿eh?—Sonrió jugando con sus cejas.

—Lo seguirás siendo.—Correspondió la sonrisa para luego despeinar los cabellos de su amigo.

Yoongi sonrió asintiendo y con todas las fuerzas que quedaba en su cuerpo trató de prestar atención al maestro Choi, una especial atención pues al final de la clase iría a preguntarle sobre el rendimiento de Seokjin en su nuevo examen.

Los números que eran anotados en el pizarrón se hacían borrosos pero él trataba con toda su fuerza de prestar algo de atención, aunque su cabeza doliera de sueño.

De forma rápida el salón ya empezaba a recoger sus cosas para concluir con su clase, con los ojos cansados Yoongi alistó en su mochila todos sus materiales para alcanzar al profesor.

—¿A donde vas tan apresurado?

—Quiero hablar con el profesor Choi.

—¿Sobre que?

—Después te cuento.

Dicho lo último casi corriendo fue a alcanzar al profesor, este con una sonrisa le recibió, Yoongi era el alumno favorito de todos los docentes ya que tenía un muy buen rendimiento en el colegio.

De forma opuesta Seokjin era la pesadilla de todos los docentes.

El profesor le comentó que el examen que había dado Seokjin había estado más que bien, respondió todas las preguntas y en un tiempo rápido, iba a poder salvar la materia que llevaba arrastrando desde el semestre pasado.

Aquello hizo muy feliz a Yoongi. 

Con una sonrisa en el rostro camino por el pasillo mientras abrazaba un libro, últimamente todo lo que estaba relacionado a Seokjin le provocaba una inmensa felicidad, haciendo a su corazón palpitar de forma entusiasta y haciendo que las mariposas revoloteen.

Recordó su noche solitaria donde había hecho una maratón de sus clásicos favoritos, su mente le hizo imaginar lo bonito que sería estar acompañado mientras disfrutaba un buen tazón de palomitas mientras los compartía con alguien más, sería lindo, ya que a sus amigos no les gustaban las películas de terror, muchas veces se habían negado a compartir el hobby favorito de Yoongi, los comprendía, no podía obligarlos a pasar toda una tarde en un domingo viendo películas.

Y de repente pensó en Seokjin.

Él también era su amigo, podría compartir palomitas con él mientras veían algún clásico de Stephen King, la sonrisa en su rostro se amplió aún más.

Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se fijó cuando chocó contra alguien aplastando el libro que traía contra el pecho de la persona con la que había tenido el infortunio de chocar.

—Deberías de caminar con más cuidado.—Rió.

Reconocería aquella risa y aquella voz en cualquier lugar al que fuese. Era Seokjin, quien lo miraba con gracia y algo de ternura en sus ojos.

—Perdón.—Rió de vuelta, sintiéndose avergonzado.

—Tú tranquilo.—Revolvió el cabello de Yoongi logrando que este se sonrojara.

Cigarro acaramelado  ❁۪۪Jinsu❁۪۪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora