Capítulo 9

882 130 36
                                    

Capítulo 9 "Un adiós"

Sin darnos cuenta, el tiempo comenzó avanzar rápidamente. Aquellos pequeños niños comenzaron a crecer rápidamente, mientras yo era meramente una espectadora de todo, de cómo lentamente esa inocencia abandonaba sus ojos dando paso a una madurez y comprensión diferente que se iba alimentando conforme el tiempo pasaba.

Alice se dejó crecer el cabello dejándose una larga cabellera verdosa con toques dorados que me recordaban a mi antes de decidir que quería tener el cabello corto. Shiro, ahora usa el abrigo de Bell, aquel marrón que el usaba cuando era joven ahora era ya viejo con varios parches negros que cosí ya que se rompía debido a que Shiro no se lo quitaba nunca.

Luego, nos habíamos mudado de ese departamento, Bell y yo ahorramos de nuestros trabajos una buena suma y más pronto que tarde nos mudamos a un hogar más espacioso, fue algo duro, admito que si me había costado adaptarme al nuevo ambiente al igual que los niños, Bell por otro lado, se mantuvo alegre y positivo en todo momento, nos llevaba a ver películas, incluso salíamos de paseo para poder quitarnos ese estrés de mudanza.

Te amare, incluso si la muerte nos separa

Al principio lo había tomado como un gran cumplido de su parte, sin embargo, entendí porque modifico la frase, lo entendí cuando estuve parada enfrente de la camilla de Alfia-sama, fue entonces que... sentí mucho, mucho, realmente mucho miedo.

Ante mis ojos veía a Alfia-sama totalmente demacrada por el pasar del tiempo, conectada a maquinas mientras sus ojos no se podían ver por el flequillo que los cubría, podía verla, cansada, demacrada, delirando ya, y yo, no podía hacer nada más que observar, mirarla como lentamente la vida decidía irse naturalmente.

"M-Mi niña"

Su voz resonó por el cuarto, en ese momento solo me concentraba en intentar no perder el control, sentía los brazos de Bell abrazándome intentando tranquilizarme, me separe de él y me acerque a la camilla, para que su esquelética mano tocara mi cabeza, ella sonrió y pude ver debajo de su flequillo por un momento, sus ojos heterocromáticos mirándome tranquilizadoramente.

"N-no te pongas triste por mi partida, disfruta los momentos que te quedan al máximo y créeme que, llegado este momento, podrás irte tranquila, sin ningún arrepentimiento"

"A-Alfia-sama yo..."

"Los amo a todos, amo todos los momentos que me dejaron hacer con ustedes, amo el haber apoyado en la crianza de estos consentidos. Bell, Ryuu, Alice, Shiro, los amo con todo mi corazón... cuídense.... mis niños..."

Prontamente sentí como la fuerza de su mano se desvaneció, esta dejo de apoyarse en mi cabeza y cayo colgante aun lado de la camilla, era todo tan desesperante, Alice movía sollozante a Alfia-sama mientras en mis oídos solo podía oír el sonido de la máquina, un pitido que resonaba en mi mente impidiéndome pensar, Shiro corrió a abrazarme para comenzar a llorar, y yo... y yo solo pude presenciar aquellos ojos heterocromáticos... sin vida.

Bell se unió al abrazo, no lloraba no porque no sintiera tristeza, si no por el shock, estaba tan confusa, aun no procesaba que esto fuese real, quizás era mi manera de llorar, ah...

"Alfia-sama"

A pesar de la perdida de Alfia-sama seguimos adelante, Bell estuvo más atento a mí que nunca ya que era consciente de que no estaba bien en lo absoluto, fue una época oscura, realmente me costó demasiado el aceptar que Alfia-sama ya no nos acompañaría a partir de ahora, no me consumí por la tristeza, apoyada por mis amigas y mi esposo logre sentirme mejor al cabo de un tiempo

Ese conejo, siempre finge que está bien cuando no lo está y este era uno de los casos, nos mantuvimos juntos y como una familia superamos esto, Alfia-sama estaría orgullosa de mí, quizás estaría tomándonos una foto, visitamos su tumba cada año el día de su cumpleaños dejando rosas blancas y luego me siento a contarle cómo anda todo actualmente.

~/Una vida de casados/~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora