Julián Álvarez-Instagram

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—¡Que calor de mierda!—renegó lara cuando salía al patio donde estaban sus dos amigas.

—Si, estaría para bajarse un quilo de helado —dijo lucia mientras terminaba de tomar el tereré con jugo. (Re paraguas, ¿Que? Es re rico jskshsks)

Lara se sentó en el pasto al lado de la sombra que daba el árbol, mientras con sus manos se hacía un poco de viento.—¿Ya le pediste permiso a tus papas para salir está noche?—le preguntó maia.

Si, era un sábado con 35°grados, y mañana subiría aún más la temperatura. Y las chicas tenían pensado salir, pero todavía no sabían donde iban a salir a bailar y divertirse con la noche de calorcito.

Lara negó —no, ¿Le querés preguntar vos por mí?—la vieja confiable.

—boluda me va a sacar matando, a Lucia le va a hacer caso.

—¿Por qué yo?

—por que vos sos la más santa para ellos—le respondió maia.

—igual dejá, ahora le pido yo.

Lara se levantó pesadamente y entró y ahí vió a sus dos viejos tomando mates como siempre.—que ondaaa.

Los dos la miraron, y al toque se dieron cuenta de que venía a pedir algo.

—¿Que hacen a fuera con éste calor?—preguntó andrea—por que no vienen acá que está el aire prendido.

—por que los teres se toman a fuera, cagandose de calor—rió.

—que ganas de quemarse —opinó el hombre.

La morocha se sentó en la silla y se preparó para pedirles permiso, aunque ya era mayor de edad debía hacerlo, hasta que la piba pueda encontrar laburo y independizarse —che ma, con las chicas hoy queremos salir y...

—¿A dónde van a salir?

—No se ma, capaz vayamos a pasear por ahí —le contestó—¿Me dejas?

Andrea miro a su marido buscando también le aprobación de él y éste solo dijo;— déjala si va a estar linda la noche.

—Bueno, está bien andá.

Lara salto de alegría —¡Ayy, gracias los amo!—dijo para luego salir para a fuera en busca de sus amigas, quienes al verla salir de lejos le hicieron seña de que había pasado. Mientras la morocha fingía venir cabizbaja.

—¿Y?—preguntó maia cuando llegó a sentarse.

—¿Que paso? ¿Te dejaron?—preguntó está vez Lucia.

—no—mintió. las dos chicas bufaron con pesadez y cuando iban a protestar Lara estalló de risa— ¡Era joda, me dejaron!

—dale pelotuda—suspiró de alivio maia. Para ella salir de joda, era todo.

—que mogolica que sos —rió Lucia también.

—queria ver qué hacien—siguió riendo—como les gusta dársela en la pera.

—¿Y por casa como andamos?—bromeó lucia.

—callate luci yo soy una excepción —le dijo en chiste.

—che, ¿Ya saben lo que vamos a hacer? Por qué mucho planes pero ni siquiera sabemos a dónde vamos a ir.—dijo maia cortando las risas.

Lara negó al igual que lucia—No, Rodri no propuso nada?

—ese pelotudo se hizo rancho a parte con fede —le contestó Lucia.

—¿Me estás jodiendo?

—No boluda, el me dijo que se iba a no sé dónde con ese, y que por eso no salía con nosotras—contó lu con bronca.