Rondando en mi cabeza
sin cesar los pensamientos
con ínfima delicadeza
hasta volverse sangrientos.
Me pregunto con qué certeza
alcanzaré su adiestramiento
para evitar el enloquecimiento
que acecha con crudeza.
Los sueños incitan,
mas la realidad acongoja,
y si las bombillas brillan
cuando tu rostro se sonroja
será porque la vida
resulta no ser tan coja.
Qué cruel, qué cruel castigo
el no encontrar abrigo
entre tanta tormenta
que mi padecer alimenta
en falta de un hombro amigo.
Sonreír a lo que viene
cuando no queda valor
para afrontar el dolor
que el tiempo detiene
aunque tu mundo, sin pudor,
continúa con vigor.
ESTÁS LEYENDO
Definitivamente no
PoésieSeré muchas cosas pero, sobre todo, lo que tú sientas al leerme. Soy lo que tú veas a través de mí. Suerte en el viaje que supone la lectura de este libro. Espero que lleguemos a conocernos.