15 | Qué Tan Valiente.

54 10 8
                                    

El beso se volvió demasiado pasional, las manos de uno y otro recorría el cuerpo opuesto, sus caderas se pegaron, era una lucha constante por dominar al otro, cosa que provocaba más placer en ellos.

—Si piensas que puedes dominarme y hacer de mí un pasivo, estás muy equivocado –gruñó James, jalando el cabello de Alper, mostrando su cuello.

—Yo no he dicho nada –sonrió al sentir los labios del castaño en su cuello, y la mordida fue tan sexy.

—Pero por la manera en que mueves las caderas, sé que lo piensas, y no va a funcionarte –pasó su lengua por su oreja.

—Eres un buen provocador –soltó agitado.

—Claro que lo soy –se burló –tengo experiencia seduciendo mujeres.

—Yo no soy una chica –le recordó.

—Pues no eres muy diferente de una –se burló.

Kaplan le sonrió, se acercó a él, besándolo mientras su mano fue hasta su miembro erecto y comenzó a masturbarlo, el placer fue instantáneo para el castaño, que su reacción fue bastante ruda, haciendo que el moreno soltara una risa divertida por ello.

—Sé un buen chico, y déjate llevar –murmuró Kaplan, en el oído de James, con una sonrisa encantadora.

Cerrar los ojos fue una reacción automática para James, una vez que su miembro fue introducido en la boca del moreno, que estaba acuclillado frente a él, gruñó a causa del placer, podía recordar la última vez que estuvo en una circunstancia así con un grupo de mujeres, y por extraño que le parecía, aquella sensación no se sentía tan bien como lo estaba sintiendo en ese momento, apretó la quijada, sin duda estaba disfrutando más de lo que pensó que lo haría con Kaplan, si al inicio estaba dudoso, en ese momento toda duda se había evaporado por completo.

—Una buena ducha ayudará a que dejes de oler como cerdo...

James se quedó quieto y abrió los ojos, un par de reclusos se detuvieron al verlo, por fortuna como Kaplan estaba hincado con el miembro de James en la boca, no lo podían ver.

—Largo –ordenó James en un tono grave.

—Pero deidad...

—Largo –ordenó de nuevo –antes de que pierda la poca paciencia que me queda reunida en el cuerpo hoy –gruñó.

—De inmediato.

Los dos hombres salieron apresurados, el moreno se alejó, sentándose en el suelo y elevando sus ojos azules a los de James, que había recuperado la tensión en todo el cuerpo.

—No te rías, no es gracioso –bufó furioso.

—Solo mírate, pasas de estar en la cima del placer a estar enterrado hasta los hombros en el infierno, tendré que relajarte de nuevo.

—Basta –le dio un manotazo cuando intentó sujetar su miembro de nuevo.

—Así que es todo, lo estabas pasando bien –le recordó.

—Tú no sabes nada –se alejó enfadado.

—Oh, claro que lo sé, no por nada tenía tu pene en mi boca, y si no lo estuvieras pasando bien, jamás hubiese alcanzado gran tamaño.

—Cierra el pico.

— ¿Por qué no vienes y me lo cierras?

La sonrisa fanfarrona de Kaplan exasperó a James, que avanzó hasta él, sujetándolo del cuello, pero contrario de Scorpius, éste no demostró ni una sola gota de miedo o sumisión, no sabía si eso lo enfadaba o lo excitaba más.

Friend or Foe? || JamiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora