08 | Compasión.

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Scorpius volteó a ver a Gregor, le sorprendía lo fácil que aceptaba ser «mercancía dañada», nunca habían hablado de las razones por las cuales habían terminado en Azkaban, pero esa frase de "A veces te topas con uno que le darías la vida entera, y a veces, se la das". Le provocaba una extraña sensación de vacío.

—Sí, pero es difícil que el primer tipo con el que te enganchas, sea un homofóbico, ¿no? –Se burló –es más sencillo salir de Azkaban por la puerta principal siendo absuelto de todo cargo, a que alguien así... te haga caso.

—Bueno, no es como si tu no lo fueras –se burló Gregor.

—Cierto –admitió el rubio, llevándose la mano a los labios.

Tenía mucho que procesar, el hecho de su reciente atracción por los chicos, bueno, uno en específico más que en general, quizás haber pedido ese beneficio le serviría para definir realmente si lo suyo eran las chicas y los chicos, o solo uno de ellos.

—Por cierto, está muy contento, ¿qué ocurrió, lo sabes?

—Encontré información de mi compañero de celda, y tuvo sexo con una tal Polly.

—Polly es su novia –le informó Gregor –la mayoría de las veces, sus encierros de semanas en aislamiento no son más que sexo desenfrenado con ella.

—Ya veo –suspiró.

—Sé que no debería decírtelo, pero es para que no te tome desprevenido, a veces lo visita en su celda, haciéndose pasar por enfermera, todos solemos salir a quedarnos ahí y escucharla gritar tan fuerte –negó –si te hace feliz, no me gusta para él.

—No es como si fuese a encontrar muchas chicas aquí encerrado, ¿no crees? –se burló.

—Te sorprendería sus influencias.

—Cierto –aceptó, volviendo a observarlo.

No sabía en qué momento se había vuelto tan extrovertido, hablar con Gregor como si fuesen los grandes amigos, bueno, al final, era lo único que tenía en Azkaban, tenía que comenzar a confiar en alguien, solo esperaba que ese tipo fuera confiable, por lo poco que le había dejado ver, no era el macho violento que aparentaba siempre con los demás, había un lado suyo que parecía ser una buena persona, y podía asegurar que de tener pareja, sería demasiado dulce y detallista, la imagen del hombre regalando flores o chocolates a otro chico, le pareció divertida, pero se limitó a sonreír.

—Espero que eso pueda quedar entre los dos, Gregor.

— ¿En serio crees que correré a decirle a James que te gusta? –Negó.

—La verdad, es que aún no sé en quién puedo confiar en este lugar, ¿Quién no me dice que te conviene más ir a decirle que hay un tipo detrás de él?

—Para comenzar, ya te lo dije, James robó muchos corazones en cuanto pisó Azkaban, ¿crees que él no es consciente de que le parece atractivo a otros reos? Él sabe que hay muchos queriendo llevárselo a la cama, para metérsela o que se las meta, es algo variable, pero ninguno tiene el valor de actuar, ve con atención a tu alrededor, aprende a distinguir quienes lo observan con deseo sexual, y quién con odio, deseando ser él.

Si lo decía así, era más fácil, ¿quién no quisiera tener toda una prisión a sus pies? Aun desconocía qué es lo que había hecho para terminar en prisión, pero le quedaba claro que no debía ser un buen sujeto para poder lograr lo que había logrado, y hacer todo aquello sin inquietarle la consciencia y poder seguir durmiendo como si nada hubiese pasado.

Un par de subordinados de James se acercaron a él para interrumpirlo cuando estaba agregando diez kilos más a la barra, este puso mala cara ante lo que le habían dicho, buscó a su alrededor hasta toparse con ellos, e hizo solo una ligera inclinación de cabeza para que Gregor se pusiera de pie y lo golpeara en el brazo, en señal de que lo siguiera, porque el jefe los estaba llamando.

Friend or Foe? || JamiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora