Prólogo

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"En la seguridad de la nochela camelia roja que se te parece, está celosa

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"En la seguridad de la noche
la camelia roja que se te parece, está celosa. Tus dulces labios están brillando deslumbrantes, llamando a las olas en mi corazón dormido. "
 
- Shangri-La
(VIXX)

 

Moonbin odiaba aquello. Odiaba tener que dejar su agradable casa en un pacífico territorio solo por aquel absurdo pacto. Odiaba la sensación de saber que aunque para el resto de sus amigos aquello no cambiaría nada para él lo significaría todo porque su padre era un guardián y el cuartel se situaría en otro sitio de forma inmediata. Odiaba abandonar lo que amaba.

La manada de los Lee siempre había sido mucho más tradicional y cerrada que la suya, sus territorios estaban tremendamente cerca, y en cambio, sus mentes infinitamente lejos. Para Bin la gente que seguía las órdenes de un Lee no se podía considerar mucho más que un cavernícola sin poder de razonamiento. Sin embargo, ahora que una Lee se había prometido con el hijo menor de los líderes de su propia manada, las fronteras desaparecían. Porque incluso si los suyos eran mucho más abiertos de mente, un omega seguía siendo un omega. Su capacidad se ligaba más al poder mental que al poder físico. Y la familia del pobre Ahn Jaehyun había decidido que casarlo con Lee Dahee era la mejor forma de evitar que algún alfa reclámase lo que es suyo por derecho.

Moon Bin pertenecía a un hogar en el que solo había alfas, pero aún así sus padres le habían enseñado la gran importancia de respetar a cada lobo sin importar el rango de este. Por eso se sentía tan sumamente frustrado por tener que moverse hacia la zona intermedia de los dos territorios, solo porque uno de sus progenitores formaba parte del equipo de seguridad.

Por supuesto que no era el único. A medida que avanzaban Binnie podía observar a la gran cantidad de personas, de ambas manadas, que comenzaban a hacer filas para recibir su bungalow. Aquello parecía un maldito campamento para los miembros de los guardianes, pero al menos Kim Myungjun estaba envuelto en la misma situación. Tener cerca a su mejor amigo ayudaba a que toda esa atmósfera le resultase menos trágica.

— Boom, nuestro bungalow es el 20.– la voz de su padre resonó en el coche mientras él observaba por la ventana con una mueca aburrida.

¿Dónde quedaban sus bonitos árboles repletos de color? La manada de los Lee estaba sumamente cerca de su territorio, tanto que Binnie podría correr durante cinco minutos y llegar rápidamente a su zona de comfort. Y aún así, sus frondosos abetos no podían compararse con los robles rojos y abedules que rodeaban su anterior casa. La zona de guardia no tenía precisamente los mejores paisajes, sus días se basarían en ver cómo todos esos lobos entrenaban e ir a la academia de arte.

Moon Bin se prometió a sí mismo que nunca se enamoraría de un guardián, cuando era pequeño solía escuchar llorar a su padre cada vez que alguna amenaza hacia la manada provocaba que su otro papá tuviese que abandonar la casa por varios días.

─Lo sé. Lo tengo controlado Taeil. ─ la respuesta de su padre llegó tarde mas tanto él como su otro progenitor suspiraron. Su padre B nunca tenía nada controlado y su padre T siempre acababa por rescatarlo de su desastre.

Bin a veces se preguntaba cómo un padre así de patoso podía ser un tan magnífico guardián.

Alrededor de la zona de seguridad recién construida, algunos ingenieros se habían sentado para planificar la construcción del puente que uniría de forma permanente sus manadas y territorios a través del río. La gente parecía feliz ante la idea de volverse un solo clan tras tantos siglos de peleas basadas en las zonas fértiles o el agua dulce.

Pero a Moon Bin seguía sin gustarle todo eso. Porque él era un alfa que amaba a otros alfas, y esa tradicional y cavernícola manada todavía presumía de creer en los deltas. ¿Sus padres realmente querían que sobreviviera ahí? ¿Sus propios padres, quienes también eran dos alfas amándose hasta la médula?

Aquello era el inicio de una historia que acabaría tan pronto como cumpliese la mayoría de edad. Cinco meses y podría volver a corretear entre los coloridos árboles de su hogar.

O eso pensó. Claro que, en aquel momento, Bin todavía no había conocido a Lee Dongmin.

 Claro que, en aquel momento, Bin todavía no había conocido a Lee Dongmin

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Hola, este es el prólogo, ¿qué les parece?

Es mi primera vez adaptando un historia, si ven algún error de nombre y/u ortográfico pueden decirme para corregirlo luego.

M.

Alpha War - Binwoo [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora