➪𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝚄𝙽𝙾

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No, no estoy de humor para tus estupideces... Fuera.

Hablo de manera tan seria yseca. Eric se sentía triste por esto, porque ya hace un tiempo que Kyel no se molestaba en reclamarle algo, no buscaba herirlo, burlarse o tan siquiera seguir a sus provocasiones, solo hacía eso... mirarlo fijamente mientras le decía "vete". Y así como en las veces anteriores solo se retiro de la mesa con molestia y un semblante cabizbajo.

Eric Cartman se sentía destrozado por dentro.

¿Cómo pudo permitirle a ese estúpido judío meterse tan dentro de su corazón y que poco a poco lo estrujara y rompiera desde adentro?

Oh, cierto... Porque estaba enamorado de ese estúpido judío.

La culpa era suya por haberse enamorado y dejado entrar al pelirrojo a su corazón.

Sus ganas de ir a clases eran casi nulas, pues sin nadie con quien pelear o hablar no tenía caso, aunque podría estar con Stan y molestar o hablar de ideas para ganar dinero o quitar del poder al presidente de Japón, no podía, y la razón era simple, porque ahora la cosa se trataba de el, el era la razón de que Kyel no se inmutara a sus provocaciones, porque ahora Stan era novio de Kyel, quien le quitaba tiempo en varios aspectos y con quien no podría enojarse pues de alguna manera a Stan era con el que menos mal se llevaba de sus amigos si es que aún podía llamarlos así.
Kenny no era una opción, no quería que lo vieran con un pobre a pesar de que realmente tenía una buena relación con el rubio, claro, al menos así lo consideraba él porque muchas veces Kenny actuaba como si no fueran amigos, por lo que no, no había caso en seguir asistiendo a sus clases si no tenía con quien estar o apoyarse.

La Campana que daba aviso a que las clases habían finalizado y que todos podían salir había sonado. Libertad.

Eric se apresuró a la salida, no tenía a quien esperar porque Kyel y Stan estaban tan ocupados siendo amorosos que incluso salir con él y Kenny era demasiado pedir.

Aunque le hubiese gustado ignorar la relación de estos dos no podía cuando a pesar de llevar un mes de novios seguían siendo la novedad en la escuela. Eso solo aumentaba la coincidencia de tener que verlos, oír de ellos y saber de ellos, era doloroso para su corazón y fastidioso para su mente, ya no quería saber nada de ellos, ya no quería verlos ni escucharlos.
Por lo menos no por ese día.
Tarde para pensar eso último...

¡ERIC CUIDADO!

Estaba tan sumido en sus pensamientos que cuando escuchó aquel grito ya era demasiado tarde.
No se había fijado antes de cruzar y tampoco prestaba atención a los sonidos de su entorno, eso sin contar que iba caminando algo rápido por lo que estando a media calle un auto pasó y lo atropello. El único testigo había sido David, aquel de tez morena proviniente de México.
O al menos eso fue lo que pensó cuando no vio a nadie más y se apresuró a llamar a las autoridades y una ambulancia.


Scott Tenorman, un pelirrojo lleno de pecas y mayor de edad, también había sido testigo de aquella escena, más que asustarse o ponerse mal sintió que aquel niño gordo había obtenido su merecido por fin.
Aún no era capaz de perdonarle por la muerte de sus padres, la humillación y el ridículo que le hizo pasar, la tristeza y el desprecio, desde entonces nunca le volvió a molestar o siquiera se atrevió a acercarsele, porque era demasiado el rencor y de alguna manera el miedo que le causaba volver a involucrarse con aquel niño. Pará Scott eso había sido el karma, mas sin embargo, si es que había sido así, el mundo había sido muy compasivo y misericordioso para haber hecho algo tan pobre como castigo para el maldito Eric Cartman.

<<𝐍𝐨 𝐄𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧 𝐋𝐨𝐬 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐜𝐞𝐬>> 🥀𝑲𝒚𝒎𝒂𝒏⌫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora