<<𝐍𝐨 𝐄𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧 𝐋𝐨𝐬 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐜𝐞𝐬>> 🥀𝑲𝒚𝒎𝒂𝒏⌫

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El tan esperado Lunes había llegado, o mejor dicho, el tan no esperado Lunes.

Todos volverían a esa prisión diaria a la cual solo tenían que asistir un par de horas en la mañana, pero claro, todos los niños, en especial en ese maldito pueblo eran unos putos quejumbrosos.

El auto de Liane se estacionó frente el instituto.

David quien se encontraba llegando no tardó en prestar atención en el carro, le parecía raro ya que nunca lo llegó a ver pero bueno, era South Park.

Stan, Kyel y Kenny iban bajando del autobus cuando la puerta del auto se abrió saliendo de ahí un adorable demonio, que si bien así lo veían sus amigos (excepto Stan), David sólo veía un hermoso ángel.
Rápidamente el pelirrojo se dirigió a el antes de que se fuera con quien ya suponía haría.

Una vez abajo, el castaño se despidió de su madre y miro en dirección del instituto. No pasó mucho para que Cartman localizara a David. Se hubiera acercado al moreno de no ser que una mano le tomó del brazo con fuerza para jalarlo y llevárselo lejos de entre toda la gente. Fue realmente muy extraño y le había asustando por momentos hasta chocar con una mirada dura y fría, unos ojos preciosos que de algún modo extraño lo atraían, ojos bonitos que logró reconocer del día anterior.

Sus nervios subieron al igual que el color rojo lo hizo por su rostro. El chico frente a el era realmente alguien muy lindo, muy guapo y... y no parecía ser alguien muy amable.

—Cartman, ¿qué mierda?, ¿Por qué faltaste por tanto tiempo?, estuve preocupado, no me llamaste ni me avisaste nada, fui a tu casa y no estabas.—

El castaño observa con sorpresa al pelirrojo, ¿cómo conocía su apellido y que no estuvo en casa?
Imaginaba qué quizá David había hablado o dicho algo, pero... si fuera así ahora mismo el judío frente a él no le haría ese cuestionamiento.

Además de que nada le aseguraba que realmente fueran amigos o algo parecido.

—¿De qué hablas? Yo no te conozco, no sé quién eres.—

Muerde su labio con inseguridad tras ver esa mirada que parecía querer matarlo por esa estúpida respuesta la cual él no consideraba estúpida.

—Cartman...

—Dime Eric.

—... Eric... no, ya en serio ¿qué es lo qué te pasa? ¿a qué estás jugando esta vez?—Analizándolo—¿Qué estás tramando?

—De verdad, no sé de qué me hablas.

—Ah... puta madre, Cartman.—Con brusquedad le toma de las muñecas y lo estampa contra una pared—¿Qué tramas? Si no me lo dices te juro que me voy a enojar, no te entiendo, desde que estoy con Stan empezaste actuar tan extraño conmigo.

—Auch, me estás lastimando, no entiendo de que me hablas.—Tratando de safar el agarre.

—¡Maldita sea! ¡Dime de una puta vez, ¿qué mierda piensas hacer?!—

Eric estuvo por gritarle que le soltara, quería llorar, no sabía que pasaba ni quien era el contrario, sin embargo el sentimiento de temor, rencor y tristeza le invadía a la vez que el sentimiento de emoción aparecía, le parecía tan familiar ese rostro. Tenía unas enormes ganas de lanzarse a abrazarlo y besarlo sin razón aparente pero el sentimiento de miedo y resentimiento lo evitaba, sin contar el hecho de que ni siquiera sabía quién era, y eso era lo que le asustaba, sentimientos por un completo extraño al cual su corazón por alguna razón parecía reconocer y querer.

No se percató del tiempo que había estado en silencio observando directamente a los ojos de Kyel, incluso el mencionado no había dicho nada a pesar de que quería protestar por no haber obtenido una respuesta pero ver ese rostro de confusión, temor además de incomodidad le había causado tanta curiosidad y extrañeza.