- Pensé que eras diferente, pero no, eres un imbécil. Te odio, no quiero saber nada de ti. Aléjate de mí.
Fueron mis últimas palabras viéndolo a los ojos sin derramar ni una lágrima. Cuando él iba hacer el intento de hablar me voltee y baje corriendo por las escaleras. No quería hablar con él, no quería saber con qué chica fue que estuvo, no quería saber nada de nada. Escucho que comienza a gritar mi nombre.
- ¡Alexa, pero déjame explicarte!
Baje esas escaleras sin detenerme, sabiendo que eran 11 pisos y no estaba cansada. Quizás era la adrenalina, la rabia que tenía por lo sucedido.
Al llegar al primer piso abro la puerta y corro sin parar, sin saber a dónde ir. Solo no quería que Mathias me alcanzara y así fue. Lo perdí en el camino.
Me senté en un parque abandonado donde me la pasaba a veces cuando quería estar sola... nadie pasa por aquí y es muy tranquilo.
Al sentarme las lágrimas comienzan a caer. Me siento rota. Sí, rota no hay otra palabra para describir como me siento.
- ¿En qué falle? Trate de ser la novia perfecta, la que siempre estaba ahí, la que siempre...
Lloró más fuerte y tengo miedo a que todo pase a mayor. Cierro los puños y solo quería golpear una pared o golpearme a mí misma. No, a mi misma no...
Ya tengo rato en esto y se está haciendo oscuro no tengo la menor idea de qué hora es, pero debería ir caminando al departamento.
Camino con la cabeza gacha queriendo que me trague la tierra y me escupa en un lugar mejor o me lleve al país de las maravillas.
Al abrir la puerta del edificio escucho voces detrás de mí.
- ¿Ella es la novia de Mathias?
- Sí. Ese chico no la merece.
- Ella es muy hermosa.
Eso me hace suspirar y sale otra lágrima.
Abro rápidamente y toco el botón de subir del ascensor, entro antes de que alguien me vea llorando -de nuevo- marco el piso 12 y las puertas cierran.
Me volteo para verme en el espejo del ascensor y soy un asco... mis ojos hinchados de tanto llorar, mis mejillas rojas de la rabia y mi cabello peinado ahora es un desastre. Se abren las puertas y entro lo más rápido posible al departamento antes de que Mathias se dé cuenta de que llegue.
Voy directo a mi cuarto y me coloco boca abajo a seguir llorando como una boba.
- Y aquí sigo como una tonta secando lágrimas por alguien que no las valora. -Digo volteándome al ver al techo.
Me quede dormida de tanto llorar y al despertar solo quería que todo fuera un sueño.
Agarro el celular y veo que son las 8:00 am eso me hace recordar que tenía que ir a clases...
Tengo 15 llamadas pérdidas de Mathias y 20 de Alonso.
Abro el WhastApp.
Alexa: ¿Sabías que me había sido infiel?
Alonso: ¿En dónde has estado? Te he llamado como 50 veces.
Alexa: Fueron 20. Contéstame lo que pregunte.
Alonso: Sí, lo sabía todo... pero el tenía que decirte no yo.
Alexa: ¿Por eso lo trajiste a juro hasta aquí?
Alonso: Sí... tenía miedo a tú reacción se cuanto lo amas.
Alexa: Es un idiota, lo detesto. Tanto que di yo por él ¿y sale con esto?
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Recordar no es tan malo.
Teen FictionY es aquí donde Alexa empieza a relatar su historia, su vida. Tiene miedo de olvidar todo, de ¿quien es? ¿por qué es como es? ¿por qué no suele creer en nadie? ¿por qué tuvo que madurar tan rápido? Así que fue contando la transición tan complicada...