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—Despierta amor, ya es tarde y debemos ir a la empresa.

Cariño, abre tus ojitos y prometo llenarte de besos si lo haces.

Me pareció gracioso la rapidez con que lo hizo. 

Se sentó con su espada apoyada en el respaldo de la cama y comenzó a tallar sus ojos.

La maldita imagen más tierna que he tenido frente a mi.

Su torso está lleno de marcas y no debería pero me siento orgulloso de haber sido yo quien  las dejase ahí.

Anoche se entregó a mí, y yo me entregué a él de igual forma. 

Fue sublime, perfecto.

Decirle que lo amo aún que estuviese dormido fue realmente gratificante, necesitaba soltarlo. 

Se que se lo diré cuando esté completamente consciente, solo no quiero asustarlo.

— Deberíamos quedarnos aquí todo el día, tú mimándome y yo dejándome consentir— dijo con la voz ronca por haber recién despertando — no quiero salir de tu cama, huele a ti y me siento cómodo.

—Por mi te tendría todo el día entre mis sábanas, tu aroma se está impregnando en ellas y es totalmente placentero.

Luego que las cambie deberás volver aquí y restregarte en ellas, creo que de ahora en más no podré vivir sin tu aroma, sin tu cuerpo y sin ti. 

Sobre todo sin ti amor.

— No necesitas decírmelo, de igual forma marcaría este lugar con mi aroma, no queremos que nadie llegue por aquí y piense que no tienes dueño.

—Nadie vendrá Tae, eres el primero que está en mi casa. 

Al único que he hecho el amor en toda mi vida.

Sé que mis palabras lo tomaron desprevenido porque sus ojos están amplios y su boca forma una pequeña “O”, que lo hace ver muy lindo la verdad.

—Bueno señor Jeon, a vestirse. 

Nunca he llegado tarde a mi trabajo y está no será la ocasión.

Entre risas, besos y coqueteos, nos duchamos juntos y nos preparamos para irnos hacia la empresa.

Cuando estábamos terminando de desayunar el sonido de la puerta principal abriéndose nos alertó a ambos.

— Pensé que vivías solo aquí— dijo Tae.

— Lo hago, dame un minuto para ver qué pasa.

Antes que pudiese avanzar un solo paso, la presencia de su madre se impuso a nuestra vista.

—Jungkook hijo necesi-

¡¿Qué hace este Omega en tu casa?!

—Buenos días madre, Taehyung está aquí porque es mi Omega, ahora la pregunta aquí es ¿Qué diablos haces  tú en mi casa madre?

No puedes aparecerte aquí como si fuese tu lugar.

No sé en qué momento sacaste una copia de mis llaves, pero cambiaré la cerradura. 

No puedes entrar como si fueras la dueña.

— Tengo el derecho de hacerlo, por el solo hecho de ser tu madre, no puedes reclamarme esto.

¡Y tú! ¿Se puede saber qué haces aquí?

Toma tus cosas y vete, no sé dónde se ha visto que los empleados tomen esas atribuciones.

— ¡Basta! Vuelves a hablarle a mi novio así una vez más y me olvidó de quien eres.

— ¡¿Novio?!! Debe ser una broma.

ℝ𝕖𝕛𝕖𝕔𝕥𝕚𝕟𝕘 𝕃𝕠𝕧𝕖 [kookV] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora