Capitulo: 3

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Sentía que su cabeza estallaría, llevaba dos horas escuchando a esos vejestorios hablar sobre celebrar que alfas de su manada habían conseguido derrotar a los enemigos que habían estado acechando las últimas semanas.

Entendía el propósito, pero no se sentiría correcto debido a las muertes que hubo en ese tiempo, todavía había familias en luto que merecían respeto. No era el momento de celebrar nada.

— Mejor hablemos sobre el rumor que ronda por la manada, ¿es verdad que usted alfa trajo a un cachorro de zorro a la manada? — preguntó el vocero del grupo, el señor Máximo.

— ya no saben que inventar, solo buscan hacer quedar mal a nuestro alfa, como si él fuera capaz de aceptar a un mugroso zorro en nuestra manada— dijo Valentino saltando en su "defensa".

"insulta a nuestro cachorro."

— será mejor que te calles ahora mismo— susurró Gael conteniéndose de soltar un gruñido.

— Encontré a un cachorro de zorro entre las ruinas de las casas destruidas por los ataques, estaba solo y no iba a dejarlo entre los escombros, no sé cómo llegó a nuestra manada, pero ahora pertenece aquí. Si a alguien le molesta se puede ir porque cuando llegue el momento de pasarle mi posición de alfa a alguien será a mi cachorro y ustedes no tendrán más que agachar la cabeza y obedecer— gruño mirando fijamente a todos los reunidos.

— pero alfa...

— Ya dije lo que tenía que decir, no hay nada más de lo que hablar.

— ¿todo por una cría de zorro? — preguntó con desprecio uno de los lobos.

— Acabo de decir que ahora es mi cachorro y por lo tanto merece respeto— concluyó reuniendo paciencia.

— Entonces deberíamos hacerlo oficial, presentarlo a la manada como se debe— interrumpió David, el único lobo al que Gael apreciaba.

— Es una buena idea, lo haremos cuando la manada esté más calmada— aseguró calmando el inquietante malestar que le causaba su lobo enojado.

Sin decir más se paró de su lugar y salió a paso tranquilo, él era el alfa, si ellos no estaban de acuerdo con sus decisiones bien podían irse de la manada.

Se dirigió a la casa de Nicolas a buscar a su cachorro, los vio sentados en el pasto de la entrada de la casa.

— ¿Qué hacen en el suelo?

Su pregunta tomó por sorpresa al alfa, no le había sentido llegar.

— oh! alfa, estamos armando coronas de flores— contestó avergonzado.

— aa! f-fo— balbuceo Abel con una flor en la mano.

— muy bonito cachorro— dijo Gael sonriéndole.

Procedió a sentarse al lado de ambos tomando las flores y hojas que el niño le pasaba.

— Puedo preguntar como estuvo la reunión? — murmuró dudoso.

— Ya saben sobre Abel, no les agrado que ahora es mi hijo y resumiendo les di como opción irse de la manada si no lo asumen.

Se quedaron en silencio y lo único que no lo volvía incómodo eran las risas del cachorro.

— solo necesitan tiempo para digerir la noticia, deben estar asustados de que luego de usted un zorro estará al mando.

En un movimiento automático colocó una corona de flores sobre la cabeza de Gael y con un gesto le indico que mire abajo. Abel lo miraba con atención tan tierno, con una corona de flores iguales a la que Nicolas le puso a él, esos girasoles combinaban muy bien con los rizos del cachorro.

— estás bonito, niño— dijo y sonrió cuando la pequeña mano de Abel tocó su mejilla.

— Debe saber que está estresado— murmuró Nicolas.

— es un pequeño inteligente— declaró abrazando al cachorro.

— y, ¿por qué tú no tienes una corona también? — preguntó mientras se levantaba del suelo.

— no se me vería tan bien como a ustedes— contestó sonriendo.

— Yo creo que sí.

Acomodo a Abel en su brazo derecho y le tendió su mano desocupada a Nicolas, que desde el suelo miro la mano tendida y la brillante sonrisa de Gael.

"oh alfa, si sigue así esos sentimientos que creí haber superado volverán". suplicó mentalmente Nicolas.

Acepto la ayuda y estando de pie soltó con delicadeza la mano del otro alfa.

— yo tengo que ir adentro, tengo que prepararme e irme a entrenar con los chicos y a ayudar en la construcción de las nuevas casas— dijo señalando hacia su casa, rascando incómodo su nuca.

— ah sí, yo debo llevar a Abel a dormir.

Nicolas se acercó y acarició la mejilla del cachorro sin mirar a Gael, se alejó y entró a su casa.

"¿lo había incomodado?"

— bueno volvamos a casa— aviso sin esperar respuesta.

Salió del patio de Nicolas y camino con el pequeño en brazos y pasaron por el lado de una escuela primaria, el alfa sonrió viendo a los niños jugar.

Su instinto se activó.

— oye, sería bueno que fueras al jardín de niños, digo sería bueno que aprendas cosas esenciales, será confuso al principio para ellos ver a un zorrito y no a un lobo, pero yo estaría a tu lado para asegurarme de que nadie te lastime.

— ¿Tú qué opinas? — curioso miró a Abel.
El cachorro lo miraba con ilusión, él sin darse cuenta mientras hablaba había soltado su aroma. Por medio de él fue que Abel entendió que el alfa lo protegería siempre; río y acercó su frente al cuello de Gael justo en el lugar de donde provenían las feromonas y sus ojitos se fueron cerrando hasta quedar dormido.

— eres un pequeño muy tierno e inteligente— susurro.

Siguió caminando viendo a la manada correr, reír y aullar. Se sentía bien, hace mucho que no disfrutaba de un tranquilo paseo y es que nunca tenía tiempo, siempre había algún problema que solucionar o peleas que detener.

Un aire fresco hizo temblar levemente al cachorro.

"apenas lleguemos le daré de comer y a dormir."

Pasó por donde estaban los lobos construyendo las casas y vio a Nicolas, al parecer recién llegando, lo vio acercarse a ellos. Iba a seguir su camino cuando noto que el alfa se ponía rígido y sus manos se apretaban a sus costados.

No podía verlo, pero algo pasaba por que los dos alfas que estaban con él bajaron las cabezas.

— acomoden sus cosas y váyanse— gruñó Nicolas con su instinto a flote.

"oh luna."

Su lobo gimoteo ante la voz de mando del otro alfa, era una sensación nueva, su lobo siempre se enfadaba cuando escuchaba a otro de su mismo rango usar la voz. Curioso se acercó a ver lo que sucedía, a unos pasos de distancia los lobos ya sintieron su aroma. Lo miraron temerosos.

— obedezcan la orden de Nicolas— ordeno viéndolos seriamente.

— si alfa— respondieron al conjunto y se alejaron mirando al suelo.

— ¿qué sucedió?

— dijeron algo estúpido que no repetiré— dijo serio.

— Bien, solo tranquilízate— pidió viendo los ojos azules brillar.

— sí, está oscureciendo y se está poniendo frío no debería estar fuera con el cachorro, puede ser peligroso— reclamo relajado.

— en ese caso ven con nosotros así te aseguras de que lleguemos bien— bromeó.

Se dio la vuelta y caminó unos pasos, escucho el suspiro de Nicolas y sus pasos siguiéndolo.

Sonrió con ternura.

























Chauuu<3
(💬✅/⭐✅)

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora