Equidad.
La igualdad de mis emociones con la realidad de esta sociedad, desquicia mi mentalidad apasionada y la deshace en pequeños fragmentos melancólicos, la necesidad constante de la tristeza continua es algo que me seduce cuando no le doy atención; es la sensación más celosa que destruye mi realidad.
Mi sentido de vida terminó en ese baño junto con la sangre en mi ropa, ese espejo se llevó el amargo demonio que me destrozó.
En mi pasión esta la tristeza que asesino el amor que me tenia; y no podrías imaginar que tanta paciencia me construí para comprender que estoy aprendiendo amar, la ansiedad jamás podrá definir mi corazón y los comentarios de juzgados hacia él no los noto, el mundo no puede hacerme daño, yo misma sí.
Me hice daño; y me volví amar desde los escombros.
