xiii. capítulo trece

831 106 41
                                    

🌛;在CAPÍTULO TRECE──────────────Lo que se espera de alguien como yo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🌛;在CAPÍTULO TRECE
──────────────
Lo que se espera de alguien como yo

🌛;在CAPÍTULO TRECE──────────────Lo que se espera de alguien como yo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

E

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

E

ran tiempos de exámenes y de entrega de trabajos finales, por lo que no era ninguna sorpresa que a Kenma le surgiera un contratiempo para acompañar a Hideaki, a que tomara sus diarias clases de piano, a las cuales a pesar de que ya no tenía razones aparentes para acompañarlo, seguía haciéndolo. Luego juntos iban al club de voleibol, mientras platicaban o simplemente disfrutaban de la compañía del otro.

Kenma, guardó la consola en el bolsillo de su pantalón y caminó por el pasillo a la par que visualizaba la puerta del fondo que se mostraba entreabierta. Desde donde estaba, escuchó la melodía que atrapaba a todo aquel que lograba escucharla, después de todo, miraba con cautela como aquellos que pasaban por ahí, quedaban sorprendidos por aquella música proveniente de alguien desconocido para los demás. Sin embargo, más allá de que supiera que él estaba ahí por la simple información que ya tenía y conocía, podía distinguir con facilidad el toque de las teclas que danzaban al compás, era dulce y frágil, pero a su vez podía ser intrépido e inquebrantable, algo un poco rebelde que lo volvía en algo hermoso.

Sin importar la pieza que escuchara de él y que tuviera sus múltiples diferencias que lo hacían una canción única, podía encontrar que tenía aquella esencia que rodeaba a Fukuda Hideaki.

SEVENTEEN SPRINGS, kozume kenmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora