xi. capítulo once

809 116 39
                                    

🌛;在CAPÍTULO ONCE──────────────Fukuda Hideaki

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🌛;在CAPÍTULO ONCE
──────────────
Fukuda Hideaki

🌛;在CAPÍTULO ONCE──────────────Fukuda Hideaki

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hideaki, avanzó por el pasillo sintiendo los ojos de Kenma puestos sobre su espalda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hideaki, avanzó por el pasillo sintiendo los ojos de Kenma puestos sobre su espalda. Si la conversación siguiente iba a dar lugar ahí mismo, estaba seguro de que más tarde tendría que dar explicaciones y entonces era algo más que no podía seguir deteniendo.

Abrió la puerta de inmediato, observando a Araki Ronin, parado frente a él, con la ropa empapada y las gotas de agua escurriendole del cabello castaño. El chico le sonrió con cálidez y sus ojos verdes parecieron reflejar el entusiasmo tras que fuera recibido.

—¿Qué quieres? —fue directo, un poco grosero por su tono seco y frío. Preguntó a pesar de que sabía la respuesta.

—Hablar —le respondió con una sonrisa nerviosa.

—Pues hablemos —abrió más la puerta en señal de que pasara.

Hideaki, enmarcó una mueca en sus labios y cerró la puerta tras que el muchacho entrara. Recordó que afuera estaba Inari y no pudo evitar soltar un suspiro pesado, sabiendo ya de antemano que lo que había estado esforzadonse en ocultar por bastante tiempo, al final de cuentas no tardaba en ser revelado ante los demás.

—Buenas tardes, Kozume-san —el joven Araki, hizo una pequeña reverencia al encontrarse con el mencionado tan pronto como fue guiado a la sala.

Hideaki, miró a Kenma, quien tenía una expresión indescifrable y los ojos ámbar bastante atentos, tal cual un gato que está analizando su entorno antes de moverse. Entonces lo miró, sus miradas se encontraron y se sintió aún más nervioso.

SEVENTEEN SPRINGS, kozume kenmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora