Segundo Relato

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—¡Devuélveme eso!

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—¡Devuélveme eso!

—¡No quiero!

—¡Es de tu hermano!

Kiyoomi nunca pensó que estaría sentado en medio de una mesa con su alrededor siendo un desastre. Niños de seis a doce años con padres reprochando su actitud, adolescentes perdidos en las pantallas brillantes de sus teléfonos y gente mayor yendo y viniendo con comida en manos. Pide ayuda en silencio y con rostro serio.

Hay mucho alboroto. Él no está acostumbrado a esto. Le gustaría estar en su casa en el silencio que ya es parte de él, cenando con sus padres sin ruido alguno y yéndose a dormir antes de medianoche a pesar de ser navidad. En su familia nunca le han dado especial importancia, pero este año lo han hecho porque Atsumu llegó a casa con una sonrisa emocionada y no pudieron negarse.

Hace un año están oficialmente saliendo. Besos, caricias, abrazos. Obviamente nadie sabe qué pasa entre ellos; hasta ahora, todos creen que son mejores amigos. Lo que al principio los sorprendió porque, cielos, ¿Kiyoomi juntándose con alguien más que su primo? ¿¡Y con Atsumu Miya!? ¡Es increíble, realmente lo es! Tienen personalidades muy distintas, es básicamente imposible que dos personas así terminaran siendo amigos... ¡novios!

Al principio, cuando Kiyoomi se dio cuenta que tenía sentimientos más allá de lo amistoso por Atsumu, quiso morirse. No le gustaba sentirse así y mucho menos con ese tipo insoportable. Ni siquiera se dio cuenta cuando le empezó a gustar o simplemente cómo pasó: Una personalidad tan irritante y extraña como la de Atsumu le dio vuelta su mundo. Y qué molesto se sintió al principio.

Sin embargo, aprendió a vivir con ello. Cada día le gustaba más pensar en su sonrisa o en su cabello, teniendo ataques de ternura que le daban ganas de morir. Comenzó a notar que le prestaba especial atención a Miya cada vez que lo veía y luego de un mes de sentirse así, terminó aceptando que le gustaba.

Entonces decidió confesarse. A la mierda la amistad, él quería sacarse de su pecho lo que sentía.

—Mira... te lo diré rápido porque la película está a nada de empezar.

Decidió confesarse dos minutos antes de entrar al cine. Atsumu lo miraba atento y en parte confundido.

—Me gustas.

—¿Qué?

—Sí, eso. Que estoy enamorado de ti. No sé cómo, pero sucedió. Me gustas. Haz algo.

Atsumu todavía no caía en cuenta, así que solo dijo:

—¿Qué?

Kiyoomi casi se desmaya cuando Atsumu le dijo que sentía lo mismo. Incluso rió y se apoyó sobre sus rodillas porque no podía creerse lo que acababa de pasar. Se sentía demasiado nervioso y la mirada fija de Atsumu no lo ayudaba en nada.

Después de todo eso, las cosas fueron perfectas. Se pusieron de novios, tomaron confianza rápido y se susurraron un «te amo» bajo las estrellas. Ninguno de los dos podía creerse lo que estaba pasando y la sorpresa que sintieron cuando cumplieron un año fue más grande que todo el continente asiático. Festejaron por soportarse y claro, por amarse.

5 Relatos Navideños | Haikyuu!! 2022 🎄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora