5: Decisiones

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Messi

No me sentía mal por tal confesión, ahora tenía sentido porqué no me había contestado desde antes que el partido comenzara hace una semana, aunque lo que me consumía era la decepción por aceptar una realidad que no podía cambiarse. No podía dejar las cosas así, tenía que hacer algo al respecto por una última vez.

—Escuchá... Ehh, creo que es posible que alguien sepa la verdad sobre nosotros y miles de personas más lo sospechen

—¿Cómo dices? —pregunta con una voz tenue pero interesada.

—Las redes sociales... Lo mejor sería que ya no nos veamos, pero no te puedo dejar ir de la nada. Mirá, esto es solo una excusa para hablarte. Lo sé en mi interior —un gran suspiro se escucha en línea y es que, no podrá mentirme, yo sé que también quiere verme.

—Lio... No me hagas esto más difícil —exclama decepcionado por tener que dejar esta relación a un lado. No quiero, no estoy listo para ello. Antes ya lo había visto, tuvimos partidos juntos años atrás, ¿por qué ahora pasó todo esto? Tal vez fue lo mejor, si no fuera por eso yo seguiría en un matrimonio que no me hacía feliz. Ahora me pregunto, ¿él es feliz con ella?

—Está bien. ¡Chao! —Me apresuro a colgar y tomar cartas en el asunto. Evidentemente no quería dejar de hablar con él, pero sé que tratará de evitarme a toda costa, entonces tengo que actuar de alguna forma sin que nadie salga lastimado. La puta madre... No tomé en cuenta que mis hijos vendrían antes de mi partido. Mañana temprano llegarán con Anto. No lo veo como algo malo, realmente me gusta estar con los cuatro, y creo que podemos pasar tiempo de calidad aún teniendo mi plan en mente.

Después de contactar a uno de los delanteros de la selección mexicana, para ser más específico: Hirving Lozano, pude organizar algo en mi cabeza en la que mi familia pudiera estar presente. Creo que no era la mejor idea, pero por lo menos la pasarían bien.

Lozano muy amablemente me ayudó a saber cuando se iba Memo exactamente, además de que asistirían a la cena a celebración de los que pasamos la fase de grupos y por supuesto agradecer la dedicación de los equipos que lamentablemente salieron. Aunque, no voy a mentir, era algo incómodo hablar con él después de intentar algo más que solo un beso. Hace unos días me seguía sintiendo culpable por ello, pero realmente disfrutaba de mi soltería, —y lo sigo haciendo—, siempre quise poder tener algo con un hombre y cada vez que tenía la oportunidad, iba a por ello, solo que nunca pude llegar tan lejos con alguien.

Dos días después, por la mañana, me sentía cansado por el partido del día anterior, aunque satisfecho por los resultados que obtuvimos, era de esperarse que mi cuerpo sucumbiera ante el cansancio, no solo físico, sino también mental. Si no fuera por mis hijos, creo que la estaría pasando bastante mal.

Cuando comienza a anochecer, espero a que Anto traiga a los niños, y de esta manera poder ir a cenar. Iré directamente al hotel donde se encuentra Memo y esperarlo afuera, atrayéndolo con la ayuda de Hirving quien, me ha dicho que han quedado para irse juntos a la cena. Realmente me gustaría conocer a la esposa de Memo, a lo mejor y nos llevamos bien, no tengo ningún tipo de sentimiento negativo hacia ella, sé que lo hace feliz y con eso basta, aunque me siento un tanto celoso de ella.

Cuando finalmente termino de arreglarme, salgo para esperar a mi familia en la entrada del hotel, y cuando cruzo la puerta principal los veo a lo lejos fuera del auto. Mateo corre hacia mí emocionado, así que lo abrazo fuertemente para después cargarlo dirigiéndome a donde está Anto.

—Hola —le doy un beso en la mejilla para después reconocer su evidente interés por mi sentir pues, cuando apenas llegaron, no me pude resistir a contarle todo y es que, es una maravillosa persona que jamás me juzgaría, así que me siento seguro y cómodo con ella, sobretodo al contarle este tipo de cosas que pasan en mi vida si se tiene la oportunidad.

Las metidas del mundial // Messi x OchoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora