las aventuras de Milo

amenaza

-milo: tenés 5 segundos para salir Camus o te juro que prendo fuego la biblioteca!!!
-camus: no sos capaz!
-milo: probame!!!
-camus: deja mis libros porque la vas a pagar si les pasa algo!
-milo: no estoy jugando
-camus: yo tampoco escorpio!
-milo: 5
-camus: no hagas eso!
-milo: 4. Ayyyy que calor!!
-camus: vos si que sabes alterar mis nervios!
-milo: 3...
-camus: no es justo...
-milo: 2...
-camus: ya basta dejalos!
-milo: te lo advierto cubito.....a ver dónde deje el encender?!
-camus: ...... Está bien....dónde estás? Milo!!!.... Apaga ese fuego!!!
-milo: ay que susto! Por favor! Cuando entraste?  Tranquilízate solo iba a preparar café, querés uno?
-camus: casi me das un infarto
- Milo: que exagerado.... si casi que vivo en tu cocina! Ahora lo importante, que quiso decir esa copia barata?
-camus: no lo sé ...
- Milo: si sabes
-camus: me vas a servir café o no?
-milo: (tengo una idea) claro cubito

Cuando dejo la taza sobre la mesa de la cocina, empujó su silla con el hacia atrás y me siento en su regazo, aprovechando su momento de confusión lo abracé contra mi pecho y al instante se relajo dejando colgar sus brazos a los lados Con movimiento suaves pero firmes recorrí su cabello tan sedoso como la seda, toque su nuca con la yema de mis dedos sintiendo un escalofrío en su cuerpo el cual me hizo vibrar, toque que hombros con ambas manos y su fornida espalda a lo cual el me respondió abrazando con dulzura mi cintura, sentí sus manos cálidas pero dudosas aferradas a mi espalda, estaba temblando y eso me dió ternura. Sentirlo tan vulnerable entre mis brazos me alegro el corazón.
Quería confirmar mis sospechas, necesitaba saber si yo tenía razón, hace años sueño con esto y debía sacarlo de mi pecho, tengo miedo de perderlo pero debo saber, así que me arriesgue. fui alejándome despacio de su cuerpo para tomar su rostro entre mis manos, sus ojos estaban cerrados, su respiración acelerada y nuestras narices se rozaban, lentamente me acerque sus hermosos labios se sentía tan dulces como una fruta, muy despacio comencé a sellar ese ansiado beso y para mí fortuna el me correspondió. A media que el beso se profundizaba más, nuestras lenguas bailaban, apretaba mi cuerpo contra el suyo, sus manos recorrían mi espalda, mi cintura ya me estaba poniendo nervioso! Apreté sin darme cuenta mi cadera contra la suya haciéndolo suspirar, sentí su cuerpo reaccionar, estábamos en las mismas condiciones y no sabía hasta donde íbamos a llegar, lo único  que sabía es que no quiero soltarlo.
Quería que fuéramos uno, quería demostrarle lo que sentía por el, así sea por una vez quería que fuera mío y yo de el, mis manos temblaban, mi cuerpo vibraba, quería llorar de la emoción así que solo por hoy ya no dude. Me separé lentamente de su regazo y dándole un beso más tome su mano y nos lleve a su habitación, cerré la puerta sin soltarlo y al girarme Vi un Camus diferente, estaba nervioso lleno de dudas, su rostro estaba rojo y no podía mirarme, dirijia su vista a toda la habitación así que me acerque a el y dejé besos por todo su rostro para calmarlo, lo sostuve entre mis brazos y lo fui desvistiendo con todo mi amor. Sin  Dejar de besarlo nos guíe hasta su cama para luego recostarme sobre el y comencé a besar su cuello quitándole hermosos suspiros, acaricie su torso, lo llene de besos húmedos pasando mi lengua por todo su dulce cuerpo el suspiraba y dejaba salir pequeños gemidos que me volvían loco. Me fui aventurando y toque el elástico de su cintura con mi boca, toque sus caderas y el logro reaccionar de golpe..