seguros...(+16)

39 4 0
                                    

Aclaración: está parte contiene lemon

Lo termino de arruinar otra vez!!! Pero yo iba al baño? Bueno no me acuerdo y se me nota que hago!?... Ah sí el castigo!
Estando encima de el sentado sobre sus caderas coloque sus brazos encima de su cabeza y fui dejando besos por todo su bello rostro, me hice camino por todo su cuello. Acaricié sus brazos, su rostro, su pecho y pidiéndole permiso con la mirada me permitió quitarle su remera, es un verdadero dios, esbelto con músculos marcados y una hermosa cintura.  Bese toda su figura dejando pequeñas marcas, sacándole suspiros silenciosos, pase mi lengua por su estómago y subí hasta su pecho, tenía el corazón acelerado, así que me aventure  pasando mi lengua por sus pezones y los succióne cómo si fuesen dulces, su voz se entrecortaba le costaba respirar, su piel ardía quemando mis manos. Sin asustarlo baje una de mis manos acariciando sus piernas y pidiéndole permiso baje su pantalón. Esa piel blanca me tentaba, quería que sintiera lo que yo, baje lentamente hasta el elástico de su boxer y lo fui retirando hasta toparme con su masculinidad la cual rogaba probar y eso fue lo que hice. Pase mi lengua por el hambriento de punta a punta sacándole gemidos a esa dulce persona, lo metí en mi boca sin saber lo que hacía subía y bajaba sin piedad. Sin darse cuenta me sostuvo del cabello así que aproveche y abrí despacio sus piernas encontrando el paraíso.
El invadía mi boca con pasión, sentía su lujuria, sentía su deseo y eso me prendía! Para su descuidó lo cambie de posición besando el paraíso y el respondió con un alarido de sopresa, lo probé,lo moje, lo toque, lo sentí con mis dedos con mi lengua, es dulce como la miel mejor que una rica manzana, trataba de no lastimarlo porque deseaba que sea mío por completo, lo abrí despacio y con paciencia, su cuerpo seguía vibrando y ya hablaba incoherencias. Lo gire de vuelta besando esos hermosos labios muertos de hambre y sentía sus uñas en mi espalda.
Ambos nos quedamos desnudos envueltos en esta locura y en un momento de sobriedad le ofrecí frenar pero me dijo lo que tanto quería oír...

las aventuras de MiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora