Última clase

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Sabía que no era el fin pero se sentía como si lo fuera

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Sabía que no era el fin pero se sentía como si lo fuera.

La palabra "última" amenazaba con el inminente final de un ciclo. En este caso aprender a manejar.

Pero lo que hacía que su pierna no dejará de temblar, era la sensación de que aquello no era lo único que podía terminar. Aunque sabía que era improbable.

Y no porque empezará a salir con Carlos sino porque se habían hecho buenos amigos y eso los mantendría unidos. O eso quería creer.

Su mirada viajaba del reloj, a la puerta, a su celular y nuevamente al reloj. Estaba demasiado ansioso. Incluso había llegado media hora antes y la puntualidad no solía ser su fuerte.

Toda la mañana había recibido llamadas de Angeline. No sabía lo que quería pero no planeaba contestar. No por el momento. Charles le dijo que la bloqueará y que si seguía, llamara a la policía. No iba a recurrir a ese extremo, pero si admitía que tenía miedo. Otro sentimiento más a su lista de sentimientos confusos de su día.

Estaba entre sentirse alegre por estar a un paso de acabar el curso y sentirse nostálgico porque ya no tendría una excusa ni un horario fijo para verse con Carlos todas las tardes.

Sin embargo veinte minutos después estaba sentado en el auto esperando las últimas instrucciones que recibiría en su curso de manejo.

Debo confesarte que esto no se suele hacer. Generalmente si quieres hacerlo tienes que pagarle a una empresa aparte. Pero porque te quiero mucho vamos hacerlo hoy aquí. Hoy simplemente maneja tranquilo por toda la ciudad, en algunos tramos yo te daré órdenes y en otros estarás a tu libre albedrío. Y a la vez te estaré evaluando. Será como un simulacro —explicó su instructor a su lado mientras sostenía una libreta con un lapicero.

Okey. Gracias —asintió con una pequeña sonrisa— Y yo también te quiero mucho —susurro.

Un par de vueltas tranquilo. Carlos le indicaría sus errores y lo tendría todo en cuenta para su examen del día siguiente. No podía salir tan mal. La ciudad estaba tranquila y el tráfico ligero. Carlos daba órdenes y él sabía acatarlas.

Pequeños errores de no frenar dos veces y solo una en un cruce, o seguir de largo en un tope por qué no lo vio, era todo en lo que se había equivocado hasta el momento. Ahora era su turno de hacerlo libremente. Y si bien Carlos se mantenía bastante concentrado y pendiente, la charla acompañada de sus cálidas risas empezaba a surgir.

Voy a extrañar tus gritos de señora histérica —comentó el español.

Y yo tus bromas de abuela —respondió Lando mientras giraba por una calle.

Y yo tus choques sorpresa —añadió anotando algo por tercera vez en la libreta.

Y yo tus regaños de mamá. Ahora que lo pienso eres toda una señora —burló Lando.

Como (n̶o̶) aprender a conducir【Carlando】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora