Una chica desastre

Capitulo 10

El sentimiento

Pedro Mendoza

- ¿A ver si entendí Pedro, la pelea fue porque tú le terminaste a Delfina? – dice la directora, con cara de enojo, me encuentro en la dirección con Isabella.

-Si señora directora – contesto – Así que todo este arboloto, pelea, golpes, fue por una relación – dice la directora – No puedo creer esto de ustedes dos, los dos son muy estudiosos muy inteligentes, me siento muy depsecionada.

-Pero no es nuestra culpa, señora directora es de Delfina ella inicio esto, no entiendo porque estamos aquí solo estábamos ayudando a Sara, si no hubiéramos llegado a tiempo Sara hubiera estado muy mal – dice Isabella, brava.

-Si, pero... - Drink Drink – suena el celular de la directora – me disculpan un momento chicos.

Y es que la verdad no tenemos la culpa de nada, fue Delfina y todavía no me creo que haya pasado esto, que le pasaba por la mente a Delfina, pudo matarla, bueno no matarla pero se me entiende , Sara no se podía mover y la seguía golpeando, siento que esto es mi culpa, sabía que no tenía que contarle esto a Sara, ni mucho menos intentarla besar, pero necesitaba desahogarme, con mis palabras.

Porque ni tengo familiares aquí, no tengo amigos, no tengo pareja bueno tenía, pero resulto ser una psicópata, por eso le conté a Sara sentí que ella me entendería y lo hiso, pero ahora, está en un hospital muy golpeada.

-Ya, en que estábamos a ya, el punto chicos que así Delfina hubiera sido la mala, lo cual lo es, ustedes estuvieron involucrados, no con golpes, pero con palabras, ustedes saben que yo los quiero, pero eso no quita no cumpla las leyes del colegio, no los pondré en castigo, pero estarán horas extras en el colegio – dice la directora, dándonos una circular – ya se pueden ir y díganle a Roció, que le diga Delfina que ya puede pasar, tenemos mucho que hablar.

-Gracias – dice Isabella, ambos salimos la señora Roció nos ve – Delfina ya puedes pasar – dice Roció.

En ese momento Delfina, se para y nos mira con una cara, de cómo su hubiera cumplido con su plan, pero al mismo tiempo de enojo y entra a la oficina.

-No me contesta, voy a intentar llamarla – dice Isabella, preocupada.

-Tratas de comunicarte con Sara? – pregunto – Si, pero no parece contestar, seguro lo tiene apagado, yo me voy tengo que llegar a mi casa – dice Isabella, cogiendo su maleta, con voz brava.

-Si quieres te puedo llevar, es lo menos que puedo hacer porque ayudaste a Sara cuando no estuve – contesto, quiero contribuir con algo, no me voy a quedar como si ya olvidé el tema.

-No, estoy bien, además yo no la pude ayudar, llegue tarde, tratando de buscar ayuda, no ayude en nada, - contesta, casi llorando.

-Perdón, no quería hacerte llorar, si quieres yo te ayudo, en lo que necesites, o en lo que necesite Sara – digo – No ya ayudaste mucho, metiendo a Sara en esto, sabes pensé que era como Sara de describía, pero no lo eres, eres malo...estas lastimando a Sara, tal vez tu no le diste los golpes, pero si otra persona lo hiso por ti – contesta Isabella, llorando.

-Si quieres ayudar a Sara, alégate de ella la lastimas, y no es la primera vez que lo harás, tal vez la salvaste de un incendio, pero eso no quita que lo paso hoy fue por ti, ni siquiera por Delfina, me iré a mi casa, te recomiendo que hagas lo mismo – dice, saliendo del Colegio-

Me quedo solo en el Colegio, lo que digo Isabella es cierto ahora que lo pienso, yo la estoy lastimando, a la única persona que he convertido en mi amiga, la persona que me entiende, por mis palabras la lastime, se me caen las lágrimas por ojos soy una persona muy sensible, en estos tipos de casos, la última vez que llore así fue, hace años, era muy niño y me gustaba una persona, pero por culpas de mis amigos, la lastime mucho tanto que para que ya no sufriera más me aleje de ese pueblo.