Capitán

Corre, Tony, corre

CAPITÁN

Autora: Clumsykitty

Fandom: Marvel MCUoso.

Pareja: Stony.

Derechos: hacerme bolita.

Advertencias: una historia algo loca pero no por ello menos interesante, aventuras, tensión y un Steve Rogers haciendo gala de lo que mejor sabe hacer, que es dar trancazos patrióticos. Universo Alterno, es decir, no poderes ni cosas de Vengadores, al menos no así, jejeje. Una historia de encargo.

Gracias por leerme.

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Corre, Tony, corre.

The night has reached its end
We can't pretend
We must run
We must run
It's time to run
Take us away from here
Protect us from further harm
Resistance

Resistance, Muse.

Tony levantó su rostro, incrédulo, dándose el lujo de perder valiosos segundos al considerar si tomaba esa mano que Steve Rogers le ofrecía.

—Confía en mí —insistió el rubio.

Lo hizo.

Industrias Stark no podría estar en mejores tiempos, sus ventas estaban por lo alto, las acciones subían en la bolsa con varios proyectos en fila de socios que ansiaban un trato con el siempre galante, millonario excéntrico Anthony Edward Stark, el genio de los negocios, también un hombre que le gustaban los desafíos aunque fueran peligrosos. Ya Pepper Potts, su mano derecha, le había advertido que no se pusiera en riesgos innecesarios, después de todo, lo que ellos hacían era nada más que vender ideas futuristas producto de la mente del castaño de ojos caoba. No era que estuvieran haciendo algo extraordinario que los demás no pudieran igual hacer, pero a Tony le encantaba probar los límites de la gente, especialmente si esta gente era del gobierno o de grupos terroristas.

Llevaba un par de años teniendo ciertos roces con algunas agencias gubernamentales, en buena medida porque estaban restringiéndole sus movimientos, como si temieran perder el poder sobre el pueblo lo cual bien podía ser una gran verdad que no deseaban aceptar. Ahí, en Estados Unidos, donde el tesoro más grande era la libertad, irónicamente estaba encadenada a procesos burocráticos y políticos que temían perder su estatus por un loco playboy inventor nato de alto coeficiente intelectual al que las leyes no precisamente intimidaban, sobre todo si por ellas no lograban sus metas. Con varias citas ante el Congreso para juicios o frente a los altos Magistrados por demandas millonarias, Tony se enorgullecía de salir victorioso en todas ellas.

Por otro lado, su vida personal era todo un caos, de ese lado no tenía mucho por presumir. Había intentado mantener una relación amorosa una que otra vez con penosos resultados y es que Tony era un espíritu libre al que no se le podía atar, casi siempre pensando en la próxima novedad tecnológica que podría crear para lanzarlo el año próximo o dentro de cinco años. Su mente era un mecanismo sin botón para detenerla y eso había terminado por asustar o fastidiar a sus potenciales parejas. Claro que dominaba un montón de temas, sabía prácticamente de todo, gustaba aprender de aquello que no conocía y poseía el carisma suficiente para hacer un ambiente festivo donde quiera que se presentara, sin embargo, eso de comprometerse y mantenerse enfocado en su pareja nunca fue su fuerte.