"El terror es tu dolor."

"La Prisión de la Locura".

Alicia estaba sentada en el sofá de su salón, mirando el fuego que crepitaba suavemente en la chimenea. La casa estaba en silencio. La luz de la luna se filtraba por las ventanas, llenando la habitación con una luz fantasmagórica.De repente, escuchó un ruido. Su corazón se aceleró.

 ¿Qué era eso? Escuchó con atención, pero el ruido no volvió. Estaba a punto de levantarse para investigar cuando de pronto, se dio cuenta de que había algo en la habitación con ella.

 Alicia se volvió a mirar y vio una figura oscura parada al otro lado de la habitación. No pudo distinguir quién era, pero estaba segura de que no era un familiar.

 La figura se acercó lentamente a ella, su presencia llenando la habitación con una oscuridad aterradora.Alicia trató de levantarse, pero sus piernas se negaron a moverse. Estaba paralizada por el miedo. La figura seguía acercándose, y Alicia notó que su corazón latía tan fuerte que parecía a punto de salírsele del pecho.

 De repente, la figura se detuvo. No se movió ni dijo nada. Se quedó allí de pie, mirándola fijamente con una expresión indescifrable.Alicia estaba aterrorizada. No podía moverse ni hablar. Sintió como si la figura estuviera intentando entrar en su mente y conocer sus más profundos y oscuros secretos.

 La figura seguía allí, pero de repente se desvaneció en la oscuridad. Alicia se relajó un poco, pero todavía estaba paralizada por el miedo.Durante los próximos días, a Alicia no le pasó nada, pero notó que algo había cambiado. Algo dentro de ella se había desequilibrado.

Alicia estaba sentada en el sofá de su salón, mirando el fuego que crepitaba suavemente en la chimenea. La casa estaba en silencio. La luz de la luna se filtraba por las ventanas, llenando la habitación con una luz fantasmagórica. De repente, escuchó un ruido. Su corazón se aceleró. ¿Qué era eso? Escuchó con atención, pero el ruido no volvió.

 Estaba a punto de levantarse para investigar cuando de pronto, se dio cuenta de que había algo en la habitación con ella. Alicia se volvió a mirar y vio una figura oscura parada al otro lado de la habitación. No pudo distinguir quién era, pero estaba segura de que no era un familiar. La figura se acercó lentamente a ella, su presencia llenando la habitación con una oscuridad aterradora. Alicia trató de levantarse, pero sus piernas se negaron a moverse.

 Estaba paralizada por el miedo. La figura seguía acercándose, y Alicia notó que su corazón latía tan fuerte que parecía a punto de salírsele del pecho. De repente, la figura se detuvo. No se movió ni dijo nada. Se quedó allí de pie, mirándola fijamente con una expresión indescifrable. Alicia estaba aterrorizada. No podía moverse ni hablar.

 Sintió como si la figura estuviera intentando entrar en su mente y conocer sus más profundos y oscuros secretos. La figura seguía allí, pero de repente se desvaneció en la oscuridad. Alicia se relajó un poco, pero todavía estaba paralizada por el miedo. Durante los próximos días, a Alicia no le pasó nada, pero notó que algo había cambiado.

 Algo dentro de ella se había desequilibrado. Alicia se dio cuenta de que ahora tenía miedo de estar sola en una habitación oscura. El terror que había sentido aquella noche la había cambiado para siempre. Alicia despertó, y vio una sombra a través de la ventana.

 Esta vez, estaba preparada para enfrentarse a aquel terror psicológico.

Pero nunca pudo hacerlo.