— Si, pero vayamos despacio, como en las películas. Sobre mi hermano, ya hablaré con él — le dije— ¿Cuáles películas? Porque hay algunas que a lo mejor acaban muy mal, o que de lento tienen poco — dijo mientras se reía.
— Como las románticas, quiero un amor de película — le dije sonriendo.
— Pero si la pelirroja tiene corazón, más bonita ella... — dijo alborotandome el pelo, cosa que me daba mucho coraje. Lo miré mal. — ¿Chicos que quieren cenar? — le preguntó a sus hermanos mientras huía de mí.
— Yo quiero cualquier cosa que haga Alex — dijo Mario.
— Pero sin verduras, no me gustan — dijo Valeria poniendo cara de asco.
— Te toca el trabajo — dijo Damián sentándose en el sofá, así que empecé a hacer la cena. Todo lo que cocino tiene verdura, hice empanada, es donde menos se nota la verdura.
— Está muy rico, cocinas muy bien — dijo Valeria, estaba muy contenta estos días que hemos estado juntos, me hace mucha ilusión que sea así.
— Holaa, ¿qué cenáis? — dijo Izan cuando entró y nos vió cenando.
— ¡Empanada! — dijeron los dos enanos. Mi hermano cogió un trozo.
— Qué buena está — dijo con la boca llena y todos nos reímos. — Mario, ¿vas a dormir conmigo no?
— Sii, ¿y nos podemos quedar jugando a la play un rato? — preguntó a su hermano.
— Vale, pero no muy tarde — contestó y los dos asintieron, son como unos niños pequeños, aunque uno de ellos sí lo es.
— Yo quiero dormir con Alex, que ayer dormiste con ella — dijo Valeria, mi hermano puso mala cara.
— Claro que sí peque — le dije a Valeria. Me levanté a llevar mi plato a la cocina y mi hermano me siguió.
— ¿Cómo que ayer dormiste con Damián? — preguntó cabreado
— Izan, no es la primera vez que duermo con él, llevamos siendo amigos desde pequeños. — dije.
— Pero ahora no sois unos niños, tenéis 18 y 20 años, encima os habéis acostado — dijo bastante alterado.
— Izan, baja la voz, te van a oír Valeria y Mario. Sabes que pasa, que soy mayor de edad y puedo decidir con quién estoy y con quien no. Sé que a veces elijo mal, pero dejame aprender a mi sola.
— Sé que eres mayor Alex, pero sigo siendo tu hermano, no me gusta que tengas pareja, porque después acabas muy mal, y no quiero volver a verte así. — dijo con un tono relajado.
— Sabes que nunca haría daño a tu hermana — dijo Damián entrando en la cocina. — Izan, de verdad que quiero a tu hermana, la voy a cuidar como si fuese mi hermana pequeña, la voy a cuidar como he cuidado de ella toda nuestra vida. Pero igualmente ella no quiere tener algo todavía.
— Bueno... hagan lo que quieran — dijo mi hermano aceptando lo que podía pasar — pero como pase algo os mato. Mario, vamos a jugar? — Dijo mientras salía de la cocina y subía con Mario a su habitación.
— Tete, quiero ir a la cama a ver pelis — dijo Valeria abrazando a su hermano, él la cogió en brazos.
— Ir subiendo vosotros, yo termino de recoger y subo — Terminé de fregar las cosas de la cena, recogí el salón y subí a la habitación. — ¿Ni el pijama os ponéis o qué? — Ellos se rieron y yo entré con Valeria al baño para cambiarnos.
— Quiero ver Peter Pan — dijo Valeria mientras se ponía en el centro de la cama, nosotros nos pusimos cada uno a un lado suyo, empezamos a ver la peli. Poco antes de que acabara ella se quedó dormida, la dejamos enmedio para que no se cayera.
— Vas a ser una buena madre en el futuro — dijo Damián sonriendome.
— No sé si quiero tener hijos jaja, la verdad es que me encantan los niños, pero no sé si podría estar con un bebé todos los días — le dije mirando a Valeria, recordando cómo eran los dos de pequeños.
— Tú también les encantas. En general, le encantas a todo el mundo. A mi, a las demás gimnastas, a tus alumnas, mis hermanos, mis amigos, ... Me voy a tener que poner celoso por ello.
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La hija de la mafia
Teen FictionAlex tiene 18 años. Su madre la odia, pero es la favorita de su padre, su hermano la protege de todo. Se tuvo que mudar con su familia a una isla. Es gimnasta y bailarina, ha ganado muchos premios por ello. ¿Tendrá que dejar su sueño por haberse mud...