El verdadero amor de Sirius Orión Black

¿Crucio o crucial?

Dolor.

Dolor.

Oscuridad.

Dolor.

Fuego.

Dolor.

Recordaba... Recordaba fragmentos...

Llegar en escoba. Eran todo risas...

Dolor.

Había una torre en el aire... No, no, no... Estaba en el mar... Sí, en el mar. No, espera, no era el mar, era un lago. O no, si que era el mar... No lo tiene muy claro...

Dolor.

Hambre.

Cuando despierta tiene frío. Luego, tiene frío y sed.

-¿Snape?- Una voz le llama- ¿Me escuchas?- Alguien le coge la mano- Si me escuchas aprieta mi mano- Lo hace con la poca fuerza que tiene. ¿Dónde está? ¿Qué pasa? No recuerda nada.

-Agua...- Consigue articular. Una mano se posa en su mentón y nota algo en sus labios. Una pajita. Bebe. Bebe mucho.

Rato después, consigue abrir los ojos. Agradece que la estancia esté con la luz bajo mínimos. Está incorporado y reconoce su habitación... Y a Black mirándole muy cerca- Bienvenido Quejicus. ¿Ya te has cansado de echarte la siesta?

-¿Cóm...?- No puede hablar mucho. Y encima le da la tos, lo que le hace que le duela todo el cuerpo.

El chico le acercó un vaso con una pajita- Anda, bebe agua- Lo hizo- ¿Recuerdas algo?

-No...

-¿Qué es lo último que recuerdas?

-El mar... Recuerdo que fuimos en escoba al... Al mar...- Tosió y de su boca salió sangre.

No tuvo tiempo de recomponerse de la impresión de toser sangre cuando el otro le limpio la boca con un pañuelo- ¿No te acuerdas de cómo llegaste aquí?- Negó. Negó en automático, porque estaba ALUCINANDO porque Black le estaba tocando- Anoche, apareciste arrastrándote y te caíste contra la puerta. Por cierto, pesas más de lo que parece... Tuve que usar tu varita para hacerte flotar a la cama. No le hizo mucha gracia, creo que sabe quién soy- Se rió ligeramente- Tenías un corte de fin de costillas a hombro, abierta... Muy abierta...- Ladeó la cabeza- Tuve el "placer" de ver tus entrañas. Supongo que fue o una maldición o una criatura oscura porque la tuve que coser a lo muggle hasta que se asentó para curarla- Se sentó y él miró hacia abajo donde vio su torso vendado- Tenías un par de costillas rotas, pero no eran del corte, no se si te golpearon o te caíste- Se levantó a la mesa y le vio coger un par de frascos, eran pociones pero no podía ver cuales porque aún era incapaz de enfocar bien- Bebe, es restitución de sangre.

Las olió, reconociéndolas como suyas y se las bebió- No recuerdo nada de lo que pasó o como llegué aquí...

-¿Quieres un baño?- Asintió. Él se acercó y pasó su mano por debajo de su hombro. Olía tan bien, era tan hermoso- Te ayudo a llegar al baño, vamos...

Allí se quedó solo. Se desnudó para meterse en el agua y vio el enorme corte remendado que ahora adornaba su torso.

Salió un rato después, tras arreglarse algo y adecentarse. Con el paso de los minutos, volvía a tener color y el cerebro casi coherente, pero el otro chico le ponía tan nervioso... Era tan... Perfecto y él se sentía tan poca cosa a su lado.

-¿Todo bien?- Asintió de nuevo ya fuera.

-¿Por qué...? ¿Por qué no te has ido? Yo...

-No podía dejarte en ese estado. No habría sido... No me lo hubiera perdonado nunca. Una cosa es que yo te mate- Sonrió con todos sus dientes blancos con colmillos marcados- Y otra es que te mueras en mis brazos por vete tú a saber qué...