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KyungSoo gimió cuando sintió la lengua de ChanYeol recorrer toda su clavícula izquierda, y luego sujetó su mano en uno de sus pezones, apretándolo más. Cerró sus ojos, y suspiró. Una mirada a él, tan concentrado en seguir lamiendo, y el menor volvió a gemir al volver a sentirlo apretar su pezón.
El sonido sordo en su habitación donde solo se escuchan sus apenados sonidos, la fricción de sus ropas, y su propia respiración irregular. KyungSoo sintió que se sonrojó cuando presenció como los dedos de ChanYeol desabotonaban su camisa con una lentitud dolorosa, y la deslizó por completo por sus hombros, quedando semidesnudo. Sus brazos desesperados subieron a cubrir su níveo pecho, pero escuchó al peligris lanzar una risita, volviéndolo a besar.
─ No tengas pena, sólo yo estoy viendo esto.
─ Es porque eres tú, tonto.
─ Soo, ya nos hemos visto desnudos.
El menor evitó su mirada, viendo a su cesto de basura.
─ Pero no para tener intimidad. ─ ChanYeol se alejó, frunciendo su boca.
─ Está bien, no quieres hacer nada, lo entiendo. ─ Acomodó su camisa, separándose, y caminó hasta su mochila, tomándola para irse ─. Cuando estés realmente seguro empieza a decir tus tonterías de apresurar las cosas.
─ No, Chan, ven. ─ Una mano en su espalda, impidiéndole salir de su habitación. KyungSoo realmente no quería que su amigo saliera de su habitación, quería que lo siguiera tocando de esa forma ─. Es sólo que tengo pena, ¿y si no te gusta? ¿No te gusta mi cuerpo, mis gemidos, no te gusta... estar dentro de mi?
ChanYeol frunció su ceño, volviendo a tirar su mochila por ahí y volver a acostar al pelinegro en la cama por completo, quitándose su camisa de uniforme. Lo tomó del rostro, obligándole a verlo.
─ Yo igual estoy preocupada por ti, Soo. ¿Y si te lastimo, no te gusta, te sientes incómodo? Pero lo único que quiero hacer es cuidarte de todos y que a ti no te pase nada malo, sé que soy bruto, pero realmente me enojaría conmigo mismo si te hago algún daño. ─ Una mano pasando por su hombro, una mano deslizándose por sus muslos, y una sonrisa encantadora de KyungSoo, una tierna, atreviéndose a besarlo.
─ Ahora sabemos que los dos nos preocupamos por lo que va a pasar ahora.
─ ¿Ahora? ─ ChanYeol pregunta, sintiendo las piernas del menor enredarse en su cadera, presionando sus cuerpos.
─ Ahora. ─Sus labios terminándose de mover y después, se besaron, moviendo sus labios de una manera rápida. Eso prendió al más bajo.
Al sentir las manos de ChanYeol recorrer su cuerpo como jamás lo imaginó, sentirlo presionar sus pezones, apretar su cintura, apretar sus muslos, todo. Sus manos bajaban de una manera atrevida por todo su cuerpo hasta su trasero, dando un pequeño brinquito por la sorpresa, sacando una risita a su mayor.
─ Tan tierno. ─ Otro beso, profundizado por los brazos del menor que obligaron al peligris a volver a acercarse a su cuerpo, generando más calor.
Sus manos subiendo por su cuerpo, acariciando su piel y enviando corrientes eléctricas a quien las recibía. ChanYeol tragó saliva y KyungSoo se dio cuenta de algo; ChanYeol lo deseaba. Sus dedos ágiles fueron hasta el abdomen del peligris, acariciándolo.
─ Se sienten más duros que antes. ─ Un bulto en bajo su pantolón le avisó que sus abdominales no eran lo único duro proveniente del más alto.
Un gemido desprevenido salió de sus labios al mismo tiempo que sintió que unos labios iban dirigidos a sus pezones, apretándolos levemente. Una lengua acariciar uno, y después esos dientes apretarlos levemente, casi jugando. Las manos de ChanYeol volvieron a subir al momento que sus labios abandonaron levemente ese pezón izquierdo, pero ambos fueron atendidos.
Sus dos manos apretando levemente su cintura, su falo rozando con su entrepierna, y el peligris relamiendo sus labios resecos cada cierto tiempo. Sus barbilla temblando, sus ojos llenos de deseo, y su pecho mostrando una respiración irregular. KyungSoo se preguntó si ChanYeol se pondría así con cualquier chico que el mayor viera desnudo, y el otro le tenía una respuesta para eso; no, pero ninguno se atrevería a decirlo.
Sintió que Park comenzó a repartir besos desde su pechos a su abdomen, llegando hasta su pantalón. Una sonrisa, y sus manos viajaron hasta esa tela que estorbaba, dejando los pezones de KyungSoo solos y a él con un puchero. Quitó la prenda con cuidado, encontrándose con su ropa interior, bóxers blancos, sin ninguna decoración, y llevó su nariz a ellos, rozándola con el pene del menor y por consecuencia, haciéndolo gemir inesperadamente.
KyungSoo no era de masturbarse, jamás se atrevió a bajar sus manos a su intimidad porque su papá le advertía tanto de eso, su abuelo le decía que tendría un castigo divino si lo hacía y su madre evitaba hablar con él sobre cosas de la cara para abajo, así que el menor no tenía a nadie con quien hablar, hasta que conoció a ChanYeol. Pero tampoco había mucho de qué hablar.
El peligris apartó ese bóxer, tirándolo por ahí, y después llevó su lengua hasta el falo de KyungSoo, ambos temblando. ChanYeol tampoco era un experto en el tema del sexo, solo había tenido una vez y hace tiempo, así que era prácticamente un virgen. No sabía qué hacer.
No iba a llevar a cabo algo que había visto en el porno, tampoco iba a llevar a cabo algo a ciegas. Volvió a acariciar el pene creciente de KyungSoo con la punta de su lengua, ejerciendo un poco de fuerza, y lo escuchó gemir, indicándole a ChanYeol que de seguro algo estaba haciendo bien. Volvió a hacer lo mismo, y el jadeo más fuerte del menor se encargó de ponerlo más duro, tanto que dolía.
Ahora solo estaba pensando en cómo complacer a KyungSoo.
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