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KyungSoo sujetó la mano de ChanYeol para llevarla a su trasero, haciéndolo sonrojar más de lo que ya estaba. Su rostro era completamente rojo, por el calor del momento y por estar así con el "amor de su vida". Su mano fue a parar a su ano, descontrolando más al mayor.
El deseo de tocar a ese alguien amado, de tener todo tipo de contacto, el deseo de solo estar con el, ChanYeol ya lo estaba experimentando cada vez más fuerte. Relamió sus labios, y su mano masajeó una de sus nalgas, haciendo jadear al pelinegro que se aferró a su hombro. Por alguna razón al peligris le encantó ese gesto.
Por suerte él trajo lubricante. Caminó hasta su mochila, sacando el bote, y se lo entregó al menor, que lo miró fijamente.
─ ¿Yo-yo haré eso...? ─ Unos labios atrapando su pezón interrumpieron sus palabras, y luego presenció como ChanYeol asintió, todavía mordisqueando su botón. Su pezón que relucía en su lechosa piel por ser tan rosado, el mayor sonrió, y volvió a chuparlo, haciendo gemir bajo a KyungSoo.
─ Solo mete tus dedos en el lubricante, y mete tus dedos en tu... zona. ─ Un beso en sus clavículas y después escuchó de nuevo el sonido de la humedad entre ellos dos, seguido de los gemidos del menor.
─ M-Menos mal que me ayudé con videos en YouTube de como prepararse antes de esto.
Observó el primer dedo ir tanteando la zona, completamente lubricado, y KyungSoo gimió al irlo introduciendo lentamente, causando un leve temblor en su cuerpo. Silencio era lo que habitaba en su habitación al momento, silencio que fue remplazado por el sonido obsceno de los gemidos del azabache. Su dedo entraba y salía mientras daba unos movimientos circulares, hasta que metió otro. Un nuevo gemido escapó de los labios del menor, pero segundos después se detuvo.
─ C-Chan, ¿podrías ayudarme?
ChanYeol tragó saliva sonoramente, tratando de calmarse a si mismo y con un asentimiento de cabeza se acercó hasta él, lubricando sus largos dedos. Iría lento para no cometer alguna barbaridad.
Fue introduciendo dos dedos y sentía que sus paredes apenas se iban abriendo a sus dedos, y ni había metido la mitad de ellos. ChanYeol relamió sus labios que estaban secos, y después, los metió por completo, haciendo al menor gemir fuertemente. Su ceño fruncido, sus labios hinchados de tanto morderlos y sus ojos cerrados al momento de meter un tercer dígito. Se veía tan tierno, y atractivo. Se concentró en volver a repetir la acción, varias veces, dándose cuenta de que KyungSoo ya estaba preparado al ver que con tres dedos en su interior había más movilidad.
ChanYeol se quitó él mismo su pantalón y su camisa, quedando en ropa interior, llamando la atención de KyungSoo, que intentaba normalizar su respiración. El sudor recorriendo el cuerpo del más bajo, gotas por su cuello y frente, una imagen tan linda para el mayor. No importaba que hacía, siempre resultaba encantador.
Incluso cuando se acababa de levantar y tenía saliva seca en sus labios, incluso ahora, cuando acababa de masturbarlo.
Llegó hasta el cajón de los condones, sacando uno con cuidado, y lo abrió con suma lentitud, enrollándolo en toda su extensión. Estaba erecto y KyungSoo ni lo había tocado. Desabrochó su camisa, y caminó hasta el menor, tomándolo de las caderas para voltearlo por completo, pero él se negó.
