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─ ¡Una más, Soo! ¡Tú puedes! ─ Y cuando el menor hizo la última serie, ChanYeol saltó a él y acarició su hombro, felicitándolo ─. Lo hiciste muy bien, tienes más resistencia que hace un mes.
─ Ba-bajé 4 kilos, con la dieta y el ejercicio, quiero seguir así. ─ Asintió mientras le pasaba una toalla para que retirara el sudor de su cuerpo, y sonrió cuando notó que el menor sonreía.
Cuando KyungSoo se levantó para verlo a los ojos, ChanYeol apretó sus mejillas.
─ Pero siempre haré que comas algo para que sigas teniendo estas mejillas.
KyungSoo lo miró con los ojos entrecerrados, simulando un gesto de furia.
─ No me hagas subir de peso, Chan, ya ves que es difícil bajarlo. ─ Levantó su barbilla para tomar agua y de repente el peligris se sintió sediento al ver nuevas gotas de sudor sobre su cuello y ver su garganta pasar el agua.
Desvío su mirada al parque, notando que estaba una conocida chica junto a unos niños frente a unos caballetes.
─ Mira, es JaYoon. ─ Señaló mientras el más bajo torcía los ojos aprovechando que no había visto, y después vio donde estaba señalando su amigo. Lo miró achicando un ojo.
─ ¿Quieres ir? ─ Y el mayor no respondió porque ya se encontraba caminando hacia la chica de mechas rubias que veía animada a los niños, y a quien sus ojos le brillaron más cuando vio a ChanYeol.
KyungSoo no pudo evitar ponerse celoso al ver ese brillo por ambos.
Él quería que ChanYeol fuera su amigo y sólo de él, sin que nadie llegara y se lo quitara de esa forma romántica. KyungSoo quería a ChanYeol, pero sólo para él y que ninguna chica llegara e hiciera que dejara de ponerle atención, y ese cariño que siempre le mostraba el peligris a él.
Arrugó su nariz mientras torcía sus ojos y se apoyaba en el árbol, viendo a su amigo apretar sus puños y rascar su nuca mientras le hablaba.
Suspiró y se resignó a escuchar.
─ ¡Sherlock! ¿Qué haces aquí? ─ La de ojos felinos tomó un niño para comenzar a acariciar sus hombros y reír nerviosa.
─ No te vayas a burlar, ¿sí? Es sólo que amo a los niños, la pintura y la lectura, así que organizo estas rondas para que los niños puedan expandir su imaginación y aprender algo más.
Era una chica perfecta. KyungSoo veía el caballete y el lienzo de la de mechas rubias. Un cuadro perfecto, bien pintado, colores lindos. Torció sus ojos mientras su furiosa vista volvía al mayor, y notó cómo sonrió ampliamente.
Cierto, a ChanYeol le gustaba la pintura y la lectura, así que arrugó su nariz y se acercó.
─ ¿Eres buena en todo o algo así? Me sorprende lo buena que eres en la pintura. ─ La otra sólo sonrió tapando su rostro y KyungSoo tomó el brazo de su mejor amigo.
