•[Address]•

3.5K 143 13
                                    

















¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.















La clase de física estaba siendo más aburrida de lo habitual. El chico de cubrebocas negro y hermoso cabello rubio estaba esperando que terminara la clase para escaparse de la escuela y estar por ahí, lejos de responsabilidades y aburridas clases.

No era de escaparse seguido y sus profesores les importaba un bledo lo que hagan sus alumnos.

Nadie lo notará.

La clase había terminado, el chico suspiro empezando a guardar sus cosas para salir del salón. Los pasillos estaban repletos de estudiantes de distintos grados y grupos.

Haruchiyo, que era un chico callado y reservado, nunca sintió la necesidad de encajar en grandes o pequeñosgrupos de personas, realmente no le interesaba relacionarse con nadie. La mayoría del tiempo estaba solo y algunas veces estaba con su capitán Muto.

Después de abrirse paso entre la multitud, logro salir de la escuela, una vez más nadie lo había notado, ni siquiera los de consejo estudiantil.

Camino por varias calles mirando a los alrededores sin nada que le llamara la atención

joder, este día si que es aburrido. —Penso el chico. Estaba dispuesto a irse a casa, no había algo emocionante por hacer, optó por regresar a casa temprano y dormir un poco.

Pero un ruido lo detuvo, estaba seguro de que había escuchado algo como un golpe. Miro a varias direcciones intentando averiguar de dónde provenía.

Otro golpe acompañado de risas.

Su mirada se centro en una calle o muy transcurrida, se acercó para ver qué pasaba. Eran tres pandilleros golpeando a un chico de cabello café y ojos del mismo color. Los tres hombres se turnaban para agredir al chico que no hacía más que aceptar las palizas.

Sanzu miraba la escena no muy sorprendido, este se dió la vuelta siguió con su camino, miraba el suelo mientras escuchaba las risas de los otros hombres.

Un recuerdo llegó a su mente.

Miro hacia atrás y regresó para volver con los tipos de antes, que seguían golpeando al chico que estaba ya en muy mal estado. No lo pensó dos veces y corrió directo hacia uno de los agresores, dándole una puñetazo en la cara, provocando que este cayera al duro pavimento.

Los otros dos ni siquiera lograron reaccionar, en un abrir y cerrar de ojos, los dos estaban en el suelo. Para el chico de cubrebocas no fue suficiente, y los empezó a patear con todas sus fuerzas a cada uno de ellos hasta cansarse.

One shots •Sanzu Haruchiyo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora