02.

3.6K 467 60
                                    

Enid saltaba de alegría aquella mañana, peinó su cabello y lo adornó con algunos ganchos de flores antes de salir de la habitación, encontrándose con su amiga Yoko en el camino con la cual terminó por dirigirse a su clase de biología, sin duda le contaría su buena suerte.

–Yoko ¡no tienes ni idea de lo que pasó anoche!– Sonrió ampliamente y su amiga levantó una ceja, no podía ver a través de sus lentes negros, pero Sinclair sabía que estaba igual de curiosa por saber.

–¿Qué esperas para contarmelo?– Sonrió mostrando sus colmillos largos y afilados, enganchado su brazo con el de la contraria, quería oír con atención.

–Mer me va a enseñar a bailar tango...– Susurró en su oído para que nadie más oyera la conversación, Yoko demostró su asombro y agitó el hombro de su amiga.

–¿Ves? ¡ya podrás ir al baile con todos nosotros! ¿Merlina igual irá?– Preguntó interesada, le gustaba que todo el grupo de amigos estuviera junto aún si Addams era más distante y casi nunca les hablaba, aún la consideraban como una de ellos.

–Me dijo que no, pero aún aprecio que me enseñe ¡su padre es un gran bailarín! y mencionó que él le enseñó–

–¡Definitivamente! recuerdo cuando el señor Gómez nos ayudó con el vals del año antepasado, sin su ayuda habría seguido luciendo como pescado en la red– Ambas rieron y entraron a la clase donde todos ya estaban en sus puestos, preferían llegar temprano que conseguir problemas con los profesores.

La mirada de Enid se dirigió hasta su compañera de habitación e inconscientemente esbozó una sonrisa, la cual borró enseguida al darse cuenta, eso había sido demasiado extraño.

Cuando las clases del día acabaron, los amigos de Enid le habían ofrecido a salir a comprar algunas cosas, pero amablemente rechazó su oferta, tenía algo muy importante que hacer y eso era ir a la clase de baile que su amiga le daría de forma gratuita.

Al salir de clase Merlina solo se esfumó entre los estudiantes, asi que Sinclair supuso que estaría en la habitación, subió las escaleras con rapidez y abrió la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido, la pelinegra se encontraba leyendo un libro y enseguida la miró de reojo, Enid solo le sonrió, pero la sonrisa no fue mutua sin embargo no le molestó.

La rubia dejó sus cosas sobre la cama y se dirigió hasta el otro lado de la habitación, colocando ambas manos sobre los hombros de Addams, la cual solo miró sin moverse en absoluto, eso había sorprendido un poco a Enid.

–¿Quieres empezar ahora?– Preguntó Merlina sin despegar la vista de su libro.

–¡Así es! No hay tiempo que perder– Respondió con una gran sonrisa y se dirigió hasta su armario para colocarse algo de ropa cómoda, como unos joggers y un top, era su combinación favorita pero menos usada ya que no los tenía en sus colores favoritos.

Nuevamente apareció en la habitación luego de salir del baño y Merlina se encontraba esperándola con los brazos cruzados, ya cambiada de igual forma, no entendía como podía ser tan rápida, o quizás ella era la que se demoraba mucho. Cerró su abrigo de cierre y se acercó a la chica, sonriendo ansiosa por empezar.

–Antes... quiero decir, que te ayude en esto no hace que mágicamente puedas utilizar contacto físico conmigo ¿entendiste?– Amenazó sin mucha seriedad pero con una expresión fría, Enid sin comprender mucho sólo asintió con al cabeza, esperando pacientemente a que Merlina colocara la música indicada. –Me encargué de averiguar que canción pondrían, asi que me debes una– Dijo la pelinegra utilizando el parlante de la más alta.

Cuando la música empezó a sonar en un volumen bastante moderado, Addams se acercó a Enid y la miró algo diferente a como siempre lo hacía, por alguna razón su mirada se había suavizado un momento, Merlina pensó que eran los nervios ya que no era muy buena enseñando cosas.

–Acomodaré tus manos en la posición que siempre deben estar, debes recordarla todo el tiempo– Mencionó, tomando a la chica de las muñecas, no se atrevía a tomar sus manos directamente o al menos no hasta que le tocara hacerlo.

Enid sonrió cuando sus manos fueron guiadas a la posición que debía ser, su mano izquierda iba justo en la espalda de la pelinegra y la otra estaba alzada. La vió suspirar pesadamente antes de tomar su mano levantada, la suya estaba helada al punto que hizo a Sinclair tener un escalofrío, el cual aumentó cuando la mano derecha de Merlina se posicionó en su cintura, Enid no tenía ni idea que así era la posición de las manos.

–Este baile tiene bastante cercanía con la otra persona– Se burló Enid e intentó concentrarse.

–No es lo más cerca que estaremos en esto– Comentó antes de colocar la espalda recta, la rubia solo la imitó formando una línea con sus labios, viendo la concentración de Addams subir. –Ahora, cuando yo coloque una de mis piernas hacia atrás, tu debes imitarme pero hacia adelante y con tu pierna contraria. Luego tendrás que hacer lo mismo que yo para cambiar de dirección– Explicó y Enid trataba de entenderlo todo aunque fuera un poco difícil, ponía su máximo esfuerzo.

Merlina comenzó a moverse y la mas alta hizo caso a la explicación que le había hecho, la contraria asintió con la cabeza para demostrar que lo estaba haciendo bien. Luego tocó ir hacia atrás, esta vez Enid debía colocar sus piernas hacía atrás y asi fue, pero tuvo que parar porque la de trenzas lo hizo.

–Justo aquí, mueve un poco el torso hacia tu derecha, yo lo hago en mi izquierda– Explicó, corrigiendo un poco la postura de la chica con uno de sus dedos, Sinclair se veía bastante concentrada y eso la hacía ver adorable, pero enseguida se regañó por pensar eso.

Cuando terminaron de hacer la rotación, Merlina supo que venía la parte más difícil para ella, el tango no era solo estar bastante cerca de tu pareja, era volverse como uno solo y por ende, debían estar mucho más cerca de la otra.

–Uhm... en esta parte debes acercarte a mi– Musitó y la rubia hizo lo pedido, pero aún seguía estando lejos. –Un poco más– Pidió, sin embargo seguía siendo insuficiente, por lo que con la mano que tenía en su cadera la apegó a su cuerpo, maldiciendo a todo lo vivo por haberse ofrecido a eso, su corazón latía de una forma anormal y por un momento creyó que Enid lo sentiría o escucharía.

Las mejillas de Sinclair se habían vuelto de un color similar a un tomate, afortunadamente la posición en la que estaban no le permitía a Merlina verla a la cara asi que no debía preocuparse de que la viera así, no comprendía el por qué la ponía tan nerviosa estar cerca de su compañera de habitación.

–Ahora repite todos los pasos anteriores–

Ambas comenzaron a volver a hacer todo lo que habían practicado, por alguna razón, les parecía cómodo bailar con la otra por lo que todo se veía más fluido de lo que esperaban. Poco a poco fueron avanzando más rápido de lo que Merlina pensó que tardarían, pero no le molestaba estar más tiempo con la rubia.

Los pasos eran bastante rápidos y precisos, requerían fuerza pero que a la vez se vieran elegantes, Enid no pensó que aprendería tan rápido, pero su concentración estaba mejor puesta que nunca, no quería que Addams se arrepintiera de ayudarla, si no, sería su fin.

En algunos momentos ambas se separaban porque el baile lo requería, evitaban mirarse a los ojos porque varias veces lo habían hecho y enseguida se avergonzaban, algunas vueltas mareaban Enid pero no dejaba de bailar ya que su cuerpo simplemente se adaptaba a los pasos que habían aprendido y algunos solo fluían sin haberlos practicado antes, Merlina estaba orgullosa de haberle podido enseñado bien, y para ella, Sinclair se veía perfecta ejecutando aquel baile.

Addams sin querer colocó su mirada en el rostro de la chica, de tanto practicar caían unas pequeñas gotas de sudor por sus mejillas y se encontraba algo roja, quizás debían terminar allí.

Paró en seco y Enid salió de su burbuja de concentración, miró hacia afuera y se dió cuenta de que ya había anochecido, no se había dado cuenta de que llevaban horas allí, volvió a mirar a su amiga y sonrió agradecida, ahora sabía bastante más de lo que imaginó que aprendería con ella.

–Gracias, Mer– Musitó y la otra chica asintió, tragando en seco.

–No es nada, me alegra que hayas hecho tus neuronas funcionar y te hayas concentrado. Mañana seguiremos practicando– Avisó y la más alta asintió de igual forma soltando una risita, Merlina regresó a su lado de la habitación para tomar sus cosas y darse una ducha, Enid igual haría lo mismo cuando ella saliera del baño.

Sin duda recordaría aquel día por mucho tiempo.

dance classes ⋆ wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora