PRÓLOGO

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NARRA T/N:
Realmente estaba aburrida. Ya me había terminado hoy tres mangas y dos animes desde que llegué del colegio. El último de ellos fue Tokyo Revengers.

Me dirigí a la cocina esperando encontrar algo para hacerme de comer rápido. A mis 17 años aún me da pereza hacerme de cenar algo, deseando que mi mamá llegase temprano para que ella cocinara. Por desgracia, los viernes son los días donde ella se queda hasta tarde, mis dos hermanos mayores se encuentran fuera y mi padre está de viaje de negocios.

Suelto un suspiro pesado. Tenía la casa entera para mí y estaba más aburrida y cansada, pero no tenía sueño. Ya trate hace rato de dormir un poco pero de nada sirvió.

Tomé mis cereales favoritos y la leche del frigorífico para luego sentarme en el enorme sofá, de nuevo conmigo misma como única compañía, a ver un poco la televisión. Tampoco había nada interesante. Mi única motivación en estos momentos era esperar a que fuese mañana para poder ver los nuevos capítulos de anime.

Sentí un peso al lado mío, logrando que desvíe mi vista hacia mi querido gato Kai. Lo tomé con cuidado, dejándolo en mi regazo mientras trataba de buscar algo que me llamase la atención o que me durmiera en el TV.

El sonido del televisor era acaparado por la lluvia que caía fuertemente fuera de la casa.

Me di cuenta que había dejado mi teléfono fuera de mi alcance, pero ya había encontrado un lugar donde quedarme hasta que mi cuerpo decidiese descansar hasta el día siguiente. Kai estaba dormido en mi regazo mientras yo acariciaba su suave pelaje y mi mano no dejaba el mando de lado, sentía que en cualquier momento me iba a aburrir nuevamente y que hiria a cambiar de canal.

Siempre me ocurre cada vez que veo un nuevo anime. Deja las expectativa muy altas dejándome insatisfecha con todo lo demás que vea que no se encuentre al mismo nivel.

Mi teléfono sonó y no tuve más remedio que levantarme del sofá. Dejé suavemente a Kai acurrucada a una manta. Este se hizo bolita al instante. Luego me acerqué con pereza hacia donde se hallaba mi teléfono móvil pero para cuando llegué ya se había cortado la llamada.

Era mi madre que me había llamado para avisarme que llegaría un poco más tarde de lo normal y eso que todos los viernes es la que más tarde viene. Tras ver el mensaje que ella me había enviado pues no contesté a su llamada, guarde mi teléfono en el bolsillo de mi pijama y me dirigí de nuevo hacia el sofá el cual me llamaba para que llegase hasta él y me quedase ahí por siempre.

Mi cuerpo se tambaleó unos momento mientras escuchaba la puerta de la casa abrirse. Supongo que esos eras mis dos hermanos mayores, ambos mellizos y del género opuesto. Ellos son quienes me comprenden en todas mis decisiones diarias aunque eso no implique no nos peleemos constantemente.

Vi como ambos entraban en la casa y como mi querida hermana me entregaba una pequeña bolsa.

—Puede que sea un poco pronto, pero quise darle a mi querida hermanita un obsequio antes de tu cumpleaños. Sé que es en varias semanas pero no estaré ahí para poder celebrarlo.

Cierto, ella se iba a hacer un máster a Londres, mientras que mi hermano se quedaba conmigo momentáneamente. Él desea poder ir a Francia y empezar una nueva vida allí. A este paso yo me mudo a Japón que para eso aprendí el idioma.

Abrí la bolsa y me percate que dentro había una carta peculiar de color negro donde estaba dibujado una daga dorada, rodeada por una serpiente también dorada. Supongo que es la marca de la joyería. Junto a la carta había un ear cuff en forma de serpiente dorada. Es hermoso y solo es para una de las orejas, es decir para la derecha.

Abracé enérgicamente a mi hermana dejando d elado que hasta hace unos instantes me había mareado

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Abracé enérgicamente a mi hermana dejando d elado que hasta hace unos instantes me había mareado. Hoy mi cuerpo no estaba a favor de seguir viviendo pero yo seguía luchando para seguir adelante o caer rendida junto a Kai en el sofá.

—Es realmente hermoso, Adhara.

Ella me ayudó a colocármelo mientras Lucius abría la puerta de la casa recibiendo la pizza que yo había encargado, aunque para mi sorpresa fue el quién lo acabo pagando.

Adhara se alejó de mí para ver qué sabor de pizza había cogido. Yo mientras miraba con interés la carta de mi mano y me dispuse a ir por un mantel para la mesa y así cenar todos los presentes. Sin embargo mi cuerpo ganó la batalla y caí desmayada en el suelo.



La cabeza me daba vueltas mientras voces se escuchaban a mi alrededor

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La cabeza me daba vueltas mientras voces se escuchaban a mi alrededor. Posiblemente mi padre ya ha llegado o tal vez mi madre también. Se preocupan por mí pero la vista me pesa demasiado. Sin embargo cuando logro abrirla no hay nadie a mi alrededor pues las voces vienen de detrás de la puerta.

La habitación donde me encuentro es diferente y bastante grande. Trato de bajarme de la cama viendo que era de noche todavía. De camino a la puerta, viendo todo enorme a mi alrededor, me paré frente a un espejo. Me quedé atónita al ver mi cabello corto y mi estatura como la de un niña de 3 años. ¿¡QUÉ ME HA PASADO!? ¿Habré muerto y reencarnado? No... O sí... Esto... ¿Quién soy ahora?

Escucho la puerta de mi habitación abrirse, dejando entrar a una hermosa mujer de cabellos negros y largos y ojos ámbar mientras me sostenía con cuidado entre sus brazos.

—¿Papá y yo te hemos despiertado, mi pequeña T/N?

El idioma en que ella me hablaba era japonés, pero es como si lo llevase hablando una eternidad aunque ciertamente ya me consideraba una experta en ese idioma en mi anterior vida.

Mis ojos se aguaron al recordar que ya no estaré con mis padres ni con mis hermanos. Acto seguido la mujer me acuna aún más y me deja en la camita mientras me cantaba suavemente para tranquilizarme. Luego prosiguió a acurrucarme y a decirme que todo estaba bien y que ella estaba ahí.

Tengo una nueva vida... ¿Qué será de mi ahora?

Metí mis manos bajo la cama y descubrí que ahí estaba el regalo de mi hermana en mi primera vida. Decidí dejarlo ahí debajo para no alertar a mi nueva mamá y decidí dormirme. Mi cuerpo aún estaba débil y cansado, pero ahora que sostenía algo de mi primera y querida familia me sentía más aliviada, como si estuviera en casa.

Tokyo revengers x tu (Un nuevo comienzo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora