¿Qué pasaría si de la nada despertaras dentro de uno de los animes que viste en tu primera vida?
Si quieres saber qué pasa, léelo.
Fecha de comienzo: 11 de diciembre de 2022
Hace unos años que no les veo en persona. No puedo evitar pensar en ellos de vez en cuando. Sin embargo, que yo esté lejos de ellos no significa que los haya dejado de lado. He estado vigilándolos desde lejos teniendo a "aliados" por así decirlo.
Al margen de mis padres he ido creando una pandilla poderosa que actúa desde las sombras, solamente que aún no está totalmente conformada por ende no tiene nombre, ni siquiera un uniforme o divisiones solo un líder del cual esperan una respuesta para el futuro. Pronto se las daré.
En unos días iba a ser el cumpleaños de Mikey, el día del desastre. He conseguido que me dejasen regresar de nuevo a donde vivía planeando encargarme personalmente de lo que va a ocurrir con Shinichiro y de paso impedir el encarcelamiento de Kazutora y la pena de Baji.
Me colé en la tienda y me escondí, manteniéndome al margen por el momento. Escuché dos voces que me resultaban familiares entrar en escena hasta que una tercera se oyó. Era el momento de salir de ahí, o si no Shinichiro moriría a manos de Kazutora.
He esperado este tiempo por años. No puedo negar que sigo sintiéndome inquieta por lo que está sucediendo. ¿Y si fallo? Permitirme el lujo de cometer un error sería imperdonable. Todo debe salir según mis cálculos.
Salí veloz de aquel lugar y me aventé sobre Kazutora logrando que el movimiento de su brazo se realizase fuera del alcance de la cabeza de Shinichiro. Ambos caemos al piso. Él más agitado por lo ocurrido que yo.
Levanto la cabeza viendo si todo sigue en orden cuando siento un golpe cerca de la sién. Kazutora se había defendido.
— ¡KAZUTORA, DEJA ESO! —grita Baji desesperado. Ninguno me ha reconocido, eso está bien, pero la sangre ha comenzado a brotar y mi vista está medio borrosa. MALDICIÓN.
Me levanto tambaleando y escucho la policía llegar. Me giro hacia el mayor con una mirada seria.
—Vas a decirles que no ha ocurrido nada y que los atacantes han escapado. Baji y Kazutora iban contigo y yo en ningún momento he estado aquí.
A penas podía mantener mi vista sobre él pero esto ya lo había practicado más veces. En otras ocasiones me he ido envenenando con leves dosis o drogandome para tratar de sobrevivir en este tipo de circunstancias.
—Tu voz... —los ojos de Shin se habrán enormemente.
Sonrío con suavidad.
—La culpa no caerá sobre ellos pero luego —los mira a los dos. —vais a tener que explicar muchas cosas. —Vi como salió al exterior para explicar lo ocurrido. Yo por mi parte me dispuse a marcharme antes de que esos dos hicieran alguna pregunta. No es que no quisiera hablar con ellos sino que no era el momento adecuado.
—¡Hey tú! ¿Quién eres? —Baji habla sin pudor alguno. La intensidad del momento le hacían actuar así. El pudor se había ido hace mucho.
—La líder de Dokuhebi... Recordarlo si os place. Quizás y no nos volvamos a ver, miembros de la ToMan.
Me fui de allí dejándoles con la palabra en la boca. Shinichiro me vio de lejos y le hice una señal de que guardara mi secreto. Supongo que es complicado guardarle un secreto a él que estuvo tanto tiempo conmigo. Aún conservo su chaqueta de la Black Dragons. Es mi mayor tesoro junto a este pendiente que es mi único recuerdo de lo que fui y quiero ser.
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Llego a un sitio apartado de donde había sucedido aquello. No en encontraba sola sino con un grupo de personas que me miraban con preocupación. Sí, los miembros de mi pandilla.
—¿Qué demonios te ha pasado? —pregunta mi mejor amigo con preocupación.
—No pasa nada Nath.
Nathaniel vacila un momento pues mi cabeza sangraba. Mientras tanto Manila me ayuda a parar el sangrado y me pone hielo en la cabeza.
—¿No hubiera sido mejor ir al hospital?
—Tu eficacia es superior, Nila.
—Supongo que sí, pero como tus padres vean esto te quedas sin salir por el resto de tu vida.
—Yo ya lo estoy por las notas —responde Carolina sin preocupación.
—¿Cómo coño has venido entones? —se cuestiona Mathias.
—Le dije que iba a ir a estudiar a casa Anna.
—¡A mí no me cargues el muerto!
Miro la situación divertida y sigo ayudando a Manila a curar mi herida.
—¿Era muy importante hacer lo que has hecho?
—Así es, Nila... Pronto nos alzaremos como pandilla... Os lo prometo... Muy pronto.
POV Shinichiro:
T/N ha vuelto. Hace años que no la veo pero, ¿cómo sabía lo que iba a ocurrir?, ¿Mikey sabía de su regreso y nos lo ha ocultado? Ash, esa chica siempre ha sido un misterio. Pero me alegro que regresara. Lástima que yo ya no sea el líder de Black Dragons como le prometí. Las cosas han cambiado. Logré salvar a Mikey después de haber asesinado al último portador de este poder. Lo que hubiera ocurrido hoy debía haberse convertido en mi maldición pero ella lo ha impedido.
Espero volver a verte, T/N. Me siento completo ahora que sé que has regresado. Por nada del mundo quiero que vuelvas a alejarte, así que espero que me visites tan a menudo como lo hacías hace años.
Vuelvo hacia donde se encontraban Bajo y el chico llamado Kazutora. Ths, ese chico casi la mata. No sé qué hubiera hecho si ella muriese frente a mí. NO PODRÍA PERMITÍRMELO.
— Ahora, denme una explicación y más os vale que sea buena. Después de lo sucedido no estoy de humor.
No miento. No me ha gustado lo que han hecho, pero es cierto que conozco a Baji desde pequeño. No es un mal chico y supongo que su amigo tampoco lo es. Ella está viva así que es mejor que deje de darle vueltas al asunto.
