Cap 9 - ¿Realmente Soy Gay?

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En la vida existen muchos tipos de cosas que hay que desmentir, como que Santa existe, que se le tiene que echar azúcar a la cebolla acaramelada o que los rubios son tontos.

En el caso de la familia Uzumaki había una excepción, ya que el par era realmente tonto, pero no por eso había que meterlos a todos en un mismo saco.

Por una parte estaba Deidara, quien hacía poco había terminado de comprender su sexualidad junto a su novio, cosa que era realmente irónica al tener una pareja consolidada.

Por otro lado estaba Naruto, quien sin pensar en los sentimientos de quienes lo rodeaban esperaba experimentar y probar lo suficiente para saber si los chicos podían ser de su agrado.

No era tarea difícil, solo tenía que pasar tiempo con chicos, no en plan de amistad, sino en uno romántico, o más que eso, en plan de ligar.

Pensaba que Gaara sería una buena opción, pero realmente le había sorprendido saber que él no le provocaba nada, el contacto de sus bocas no le había revuelto en lo más mínimo el estómago a como lo había hecho el simple hecho de escuchar la declaración de Sasuke, pero, eso debía tener una explicación lógica, porque simplemente no podía ser que su cuerpo se aceleraba de la nada con sólo su encantadora sonrisa confiada en conjunto a una mirada hostil.

Sasuke era grosero con Naruto, entonces no entendía por qué lo haría sentir algo, tal vez sólo había sido la primera impresión en aquella ocasión o quizá Naruto no estaba listo.

—esto es difícil

Naruto se sacudió la cabeza y se preguntó qué debía hacer en estos casos, no era como si realmente estuviera interesado en saber si le gustaban los chicos o que de manera desesperada buscará novio, sino que "solamente tenía curiosidad".

A estas altura de la vida sentía que quería experimentar un poco de todo y no sabía por dónde empezar, si lo pensaba, sentía que había empezado a tropezones y de momento su vida se veía como un hilo revuelto, tenía que resolverlo de algún modo, pero no era tan fácil, o quizás sí...

En realidad, había una vía fácil, una que le hiciera sentir bien y estaría muy dispuesta a enseñarle todo lo que quiere saber.

— no cometas una estupidez

— ¿qué?

— tienes esa expresión de que vas a cometer una

Naruto rodó los ojos evitando a Deidara y decidió salir de la casa para despejarse y pensar mejor si realmente iba a hacer lo que pensaba, aunque no era necesario, en el fondo ya había tomado una decisión.

Es por eso que sus pies andaban solos y dispuestos hacia cierto hogar demasiado grande para que solo cuatros personas habitarán en el, tocó el timbre como de costumbre y espero a que la señora Uchiha atendiera con una gran y dulce sonrisa, estaba encantada de que Naruto los haya ido a visitar, en especial sabiendo o teniendo una breve idea de que él y Sasuke habían tenido una discusión o algo así, su hijo menor no había profundizado en el tema.

Tampoco iba a hacerlo a futuro.

Naruto le sonrió a la mayor y pasó directo a la habitación de su amigo de años, tuvo que subir escaleras y llegar al final del pasillo para encontrarla, según Naruto la vida crío a Sasuke para ser emo, porque justamente a él tenía que tocarle el cuarto más lejano que parecía ser hogar de murciélagos.

— ¿hola?

Se abrió un paso al cuarto sin siquiera haber tocado antes, el de pelo azabache lo miró extrañado, había estado tirado sobre la cama mirando su teléfono todo el día, la verdad se le hacía muy extraño tener a cierto rubio de manera tan repentina en su casa.

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